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domingo, 18 de agosto de 2013

El tren del terror (1980) de Roger Spottiswoode



Un cadáver para una broma muy macabra
Otro de esos muchos slashers de los ochenta con el valor añadido de contar con Jamie Lee Curtis de protagonista, sólo por eso ya me parece que es una película que todo fan del género debe visionar. Aunque he de reconocer que me parece bastante irregular, la película cosecha buenísimos momentos que en cambio, contrastan con otros relativamente flojos. El principal problema es que la acción se hace un poco pesada. La película empieza muy bien, una panda de chavales que putean a otro y éste supuestamente se vuelve loco. Ahí queda la cosa. Pasan tres años y los maltratadores del chaval se van en un tren, donde a su vez celebran una fiesta de disfraces y entre los pasajeros va el asesino que viene a vengarse y obviamente los implicados en el meollo irán cayendo como moscas. 

Esperando para abordar el tren
 
El asesino con una máscara de Groucho Marx
La trama mola a priori, no es nada original pero efectiva para todos aquéllos a los que nos molen este tipo de films. Aquí es cuando empieza a haber una serie de divagaciones que en mi opinión desvían demasiado la principal cuestión que es la venganza sangrienta del asesino, como por ejemplo una trama secundaria que implica la presencia de un mago (el famoso David Copperfield), que se me hace bastante empalagosa y que viene poco a cuento. Así mismo la película intenta jugar con la incertidumbre de quién puede ser el misterioso asesino, incitanto un poco al suspense, que sin embargo tampoco encaja muy bien porque en resumidas cuentas lo que ofrece resulta bastante previsible y poco efectista. Otro problema es que la película es muy light y que los asesinatos son muy poco sangrientos y casi ni se ven, sucediéndose la mayoría fuera de plano. 

La sangre empieza a afluir por el tren

El mago David Copperfield, ¿puede ser el asesino?
Pero lo bueno es la ambientación, la localización de la película en el tren da mucho juego y en mi opinión se sabe aprovechar bastante acertadamente. Otro aspecto que me ha molado de la peli es que el asesino aprovecha la situación de verse envuelto en una fiesta de disfraces y a lo largo de la película va haciendo su aparición con distintos atuendos; véase una máscara de Groucho Marx, un disfraz de la criatura de la laguna negra y para mí, el más aterrador, el de una especie de monje con una máscara verdaderamente siniestra. Las interpretaciones son otro punto a su favor, me parecen bastante creíbles, destacando a la insuperable Jamie Lee Curtis, que lo hace genial, demostrando una vez más  el porqué fue considerada la "reina del grito" en aquella época. También la película posee un par de momentos bastante destacables, como por ejemplo la lucha final entre Jamie Lee Curtis y el asesino con hacha en mano. Pues bien, es una película que para disfrutarla, como siempre digo, debes cumplir el requisito de que te entusiasmen los slashers y más de los ochenta, con esa ambientación retro para mí fabulosa, así sabrás pasar por alto sus defectillos y podrás apreciarla en su justa medida. 

Alana (Jamie Lee Curtis) en problemas

A mí personalmente, me parece que hay slashers mejores, pero en resumidas cuentas me gusta, es un film nostálgico y como siempre digo, es mucho mejor que gran cantidad de mierda del género que se estrena hoy en día. Desde luego se puede ver.

¡Que viene el asesino!

*MI MOMENTO FAVORITO: una encarnizada lucha final que tendrá la protagonista, Alana (Jamie Lee Curtis), contra el lunático asesino que intentará matarla. 

Alana hará todo lo posible para defenderse

viernes, 16 de agosto de 2013

El legado del diablo (1981) de Eric Weston


Stanley Coopersmith (Clint Howard)
La verdad siento profunda tristeza al comprobar como algunos joyones como éste han caído en el más injusto de los olvidos, destinados a morir en los estantes polvorientos de aquellos videoclubs ochenteros. No obstante voy a aportar mi discreto granito de arena para rescatar de la nada estos aparentemente obsoletos films de gran atractivo y de irresistible sabor retro. "Evilspeak", bautizada en España como "El legado del diablo" fue una de las pequeñas maravillas de serie B ochenteras, hechas con muy poquitos medios, pero con un resultado más que agradable gracias a las ganas y al empeño de sus realizadores ya que el film goza de una puesta en escena magnífica, agobiante y aterradora, vamos la que no vais a ver ni de coña en una película de terror de hoy en día. La historia toma grandes referencias de "Carrie" con tintes de "La profecía" (más concretamente de la segunda parte de ésta, "La maldición de Damien", al estar ambientada en el ámbito militar) consiguiendo sin embargo otro gran clásico digno de recordar y no un simple híbrido de ambas dos, además aportando un toque de originalidad, en mi opinion, muy llamativo. 

Coopersmith con su precioso cachorrillo

Una panda de atormentadores hijos de puta de cuidado
La película viene a mostrarnos en resumidas cuentas, una dramática historia de bullying (en la línea de "Carrie") contra un chaval, Stanley Coopersmith (Clint Howard, hermano del popular y oscarizado director Ron Howard). El chico es huérfano y se encuentra en una academia militar, donde será el blanco no sólo de las burlas por parte del resto de sus compañeros, sino también de maltratos tanto físicos como psicológicos. A todo esto el chico se topa con un libro sobre satanismo en el que se indica cómo hacer una misa negra para invocar al Diablo. Todo podría parecer muy rutinario y muy visto argumentalmente hablando, pero aquí viene la parte más curiosa y original del film, y es que el chico utilizará como medio para entablar relación con las fuerzas demoníacas, un ordenador (bueno en aquel momento llamados computadoras). Este dato, el hecho de introducir un ordenador en 1981, siempre me pareció especialmente llamativo y no sólo porque viéndola con el pasar de los años resulta bastante anticipado a la época actual en la que la informática lo es todo, sino por esa chocante idea que se les ocurrió a sus realizadores de aunar el tema satánico con la tecnología, y el cómo el ordenador (relacionado con la ciencia) será el encargado de desatar un poder maligno y sobrenatural (relacionado con el misticismo).

Sirviéndose del ordenador para invocar a Satanás

Cuatro contra uno, ¡qué valientes!
Por otra parte es digno destacar que en su mayor parte la película, también en la línea de "Carrie", es una historia dramática, en la que no tendrán mucha cabida los elementos más aterradores, hasta más cercana la parte final. No deja de lado su parte de crítica demoledora contra los abusos de la gentuza repugnante que se cree superior a los demás y con derecho a pisotearlos, aquí representados por los compañeros del pobre protagonista. Sus abusos llegan a ser verdaderamente mortificantes, por lo tanto llegamos a compadecernos fácilmente del pobre chaval y desear el terrible destino que les depara a esta panda de hijos de puta. Voy a reconocer que en un momento concreto la película me hizo llorar, y es que estos mamones torturadores para fastidiar al pobre Coopersmith, por divertirse, le matan a un pequeño cachorrillo que era lo que el protagonista quería más en la vida (afortunadamente esto no es "Holocausto caníbal", la muerte del animal es pura ficción), en una escena brutalmente triste que acabará desatando la ira definitivamente del chaval y conducirá a la tan esperada venganza por parte de los espectadores. Y aunque ésta tarda en arrancar no defrauda en ningún momento una vez la sangre aflora y la tragedia se desata. 

Un bonito manjar para los cerdos
 
El cura ya dijo bastantes veces "Amén"
El final es buenísimo, con unos maravillosos efectos especiales y maquillajes presentando una auténtica matanza repleta de sangre y gore, incluso tuvo severos problemas por parte de la censura llegando incluso a ser prohibida en los típicos países más porculeros en este aspecto y remilgados (no diré, ejem... Reino Unido). Lástima que su director no haya vuelto a hacer otra película del género porque la verdad prometía y mucho y si hubiese seguido en esta línea podría habernos brindado algún que otro interesante clásico más. Para mí "Evilspeak" es un film muy bueno, potente; discreto y poco conocido, sí, pero de un gran valor dentro del género, bien realizada, bien interpretada (quiero destacar la labor del protagonista Clint Howard, rostro característico en posteriores chapucillas de serie B, que aquí hace un papel maravilloso y muy creíble), excelentemente ambientada, con escenas dramáticas al extremo, un baño de sangre final que dejará con la boca abierta a más de uno, dirección ágil y una muy buena banda sonora, por lo que sin dudas estamos ante un film que merece reconocimiento y que es enormemente recomendable. Si lográis localizarla en cualquier medio y si os mola el buen terror, no como las mierdas de "exorcismo en no sé donde y no qué sitio" o "parasubnormal activities" o esos engendros atroces que se hacen hoy en día, os instigo a que le déis la oportunidad que se merece. 

Ahora ya nadie se ríe de Coopersmith

*MI MOMENTO FAVORITO: llamadme sádico, pero la escena que más disfruté como un loco es cuando, durante la esperada y sangrienta venganza de Coopersmith, uno de sus asqueoros torturadores (Don Stark), que fue además el que le mató al perrillo, sufre una horrible y merecida muerte. Podemos comprobar con todo lujo de detalles como a este cobarde montón de mierda, le arrancan literalmente el corazón del pecho. 
 
A pecho descubierto

miércoles, 14 de agosto de 2013

La profecía (1976) de Richard Donner



Robert Thorn (Gregory Peck)
Después del éxito de "La semilla del diablo" y sobre todo de "El exorcista", durante los setenta se puso de moda el llamado "terror satánico", cuyo argumento giraba en torno a una perversa secta demoníaca o a la manifestación del mismísimo Diablo en el mundo terrenal. Pues bien, gracias a estos magníficos clásicos surgieron un montón de mierdas, hechas sin talento ninguno, que quisieron explotar su éxito. Aunque, también hicieron su aparición magníficos clásicos que a su vez se convirtieron en films referenciales y de gran éxito. "La profecía" es un ejemplo de ello y es que sin lugar a dudas, es otra de las más grandes y mejores películas de terror que jamás se han realizado, introductora de otro icónico personaje dentro del género, el niño diabólico, Damien Thorn.

¡Qué ricura!, cualquiera diría que es hijo del Diablo

La niñera colgada
La historia comienza una fecha señalada, un 6 de Junio, a las 6 de la mañana. Un diplomático americano, Robert Thorn (Gregory Peck), en Roma acude al parto de su primer hijo. No obstante, debido a complicaciones, el bebé nace muerto. Para no disgustar a su mujer Katherine (Lee Remick), Robert acepta como su hijo otro bebé, cuya madre falleció en el parto. Pasan los años y Damien (Harvey Stevens), así es como han llamado al niño, ha crecido feliz y arropado por el cariño de sus padres postizos. Pero lo que ninguno de los que le rodean, sabe la aterradora verdad que rodea al aparentemente inocente Damien. Resulta que el niñito es el Anticristo reencarnado y la marca 666 grabada en su piel lo demuestra. Así que, miembros de Satanás aparecerán para protegerlo y arroparlo para asegurarse de que consiga el malévolo propósito por el que ha venido al mundo.

Katherine Thorn (Lee Remick) acojonada

La Sra. Baylock (Billie Whitelaw),
enviada por Satán para proteger a Damien
"La profecía" es una película genial, otro gran clásico del que se pueden destacar múltiples aspectos. En primer lugar, la gran calidad del reparto, encabezado por el mítico monstruo de Hollywood, Gregory Peck, el cual, por lo que he leído, no fue muy receptivo a la hora de aceptar el papel debido a la temática de la película, no estaría muy bien vista para un actor de su talla, aunque un buen cheque le hizo cambiar de opinión. En segundo lugar, "La profecía" nos ofrece escenas aterradoras antológicas y excelentemente conseguidas; por ejemplo las originales escenas de muertes que presenta, antecesoras por completo a las de la famosa saga de "Destino final", la cual las ha tomado como referencia; grotescos accidentes en apariencia movidos por fuerzas sobrenaturales que van liquidando a los personajes que tratan de perjudicar al pequeño Damien. Por otra parte, el aspecto de la película es prodigioso, la ambientación inquietante y por supuesto, para mí el detallazo más cojonudo y sobresaliente, una espeluznante banda sonora compuesta por el maestro Jerry Goldsmith, merecidamente premiada con un Oscar, en la que se puede apreciar una especie de voces cantantes de un requiem siniestro que pone los pelos de punta. Con todo mérito, el film fue un gran éxito de taquilla, llegando a recaudar más de 60 millones de dólares, no habiendo costado ni 3 millones. Su éxito dio lugar a un par de secuelas oficiales, incluso una bastarda (que no guardaba relación con ésta, pero que explotaba su título), aparte de un sin fin de imitaciones y sendas referencias en films posteriores de temática similar, algunos más afortunados y otros menos y, como no, hasta un remake en 2006. Desde luego "La profecía" es de esas películas antológicas que han aportado a escribir la historia del terror, un grandísimo film imperecedero y por supuesto imprescindible.

Robert investigando los orígenes de su "supuesto" hijo con la
ayuda del fotógrafo periodista, Jennings (David Warner)

*MI MOMENTO FAVORITO: sin lugar a dudas, la escena que más me impactó fue la sangrienta muerte del fotógrafo Jennings (David Warner). Tiene lugar un "accidente", una camioneta se pone en marcha en cuya parte trasera iban colocadas unas láminas de cristal. El auto va en dirección al fotógrafo y debido a un choque, una de las láminas de cristal sale despedida y lo decapita.

El pobre hombre ha perdido la cabeza

lunes, 12 de agosto de 2013

Holocausto caníbal (1980) de Ruggero Deodato


¡Madre mía! ¿Qué decir de una película como "Holocausto caníbal" sobre la que ya se ha dicho de todo, bueno, malo y regular? La verdad es que me cuesta comentar películas tan archiconocidas y sobre las que existe tanta información, pero de todas formas trataré de abordarla de la mejor manera que pueda. Bueno, yo la verdad siento serias contrariedades cuando le he echado un vistazo a esta película. Por un lado he de reconocer que me parece un film excepcional, magnífico desde el punto de vista pertubardor, no se puede negar que si el señor Deodato pretendía rodar auténtico horror, lo consiguió plasmar con creces y esto tiene mucho mérito. Por otro, como amante de los animales que soy, "Holocausto caníbal" me parece un profundo insulto, pero vamos por partes. 

Un cuarteto de "artistas" rumbo a un destino tan cruel como merecido

Como me imagino que todo aquel instruido en este mundillo sabrá, la película trata sobre un atropólogo, el profesor Monroe (Robert Kerman), que viaja a la selva amazónica para intentar saber qué fue de cuatro reporteros que partieron meses atrás para rodar un documental sobre una tribu de caníbales, y jamás volvieron. Una vez allí, tras varios percances, estando en plena jungla no era para menos, el profesor Monroe consigue averiguar el destino mortal de la anterior expedición. Los cuatro reporteros acabaron sus días siendo devorados por los caníbales. No obstante, el material filmado por estos tipos tan civilizados, demostrará una aterradora, demencial y asqueante verdad. 

Salvaje tormento en la selva

El profesor Monroe (Robert Kerman)
Bueno, pues "Holocausto caníbal" se estrenó en 1980 y tuvo el privilegio de convertirse en una de las películas más prohibidas de la Historia, y desde luego no era para menos, porque el material expuesto para aquella época debió de ser algo abominable, enfermizo y más que siniestro (podría incluso serlo hoy en día, así que por aquel entonces ni hablemos). La película presentó una estrategia cojonuda de marketing, puesto que su director se encargó de extender el bulo de que todo lo filmado era real. Rodada en estilo documental, técnica recuperada y puesta de moda en 1999 (casi veinte años después) por la película "El proyecto de la bruja de Blair" y hoy en día carne de cañón de copias y explotaciones, véase "Rec" o "Paranormal Activity" o "Monstruoso", en cambio ninguna llega a transmitir la desoladora sensación de realismo que logró transmitir Deodato, eso es también muy meritorio, y que Deodato fue un visionario también, al César lo que es del César. De hecho muchos medios hicieron hincapié en que la película era verídica (la revista Interviú en España comentaba la autenticidad del film, ¡qué ilusos! ¿no?). 

Reportaje de la revista española Interviú en la que se hablaba de la autenticidad del film

Qué pena que no vaya a aparecer Jason
para empalar a estos dos cabrones
Esto no hizo más que aumentar la popularidad de la película, que a pesar de las sendas prohibiciones, reventó taquillas en medio mundo (y digo medio, porque en el otro medio no vio la luz). Pero es que la cosa no quedó ahí, la película resultaba de verdad tan realista que el propio director fue sometido a un juicio para demostrar que los actores que formaban el reparto y que eran asesinados en la ficción, seguían vivos y no habían encontrado la muerte real ante las cámaras. Por lo tanto hay que reconocer que "Holocausto caníbal" es una película redonda desde el punto de vista de la realización. También es meritorio reconocerle la extrema sensación de horror que con cada plano logra transmitir, la desolación y la aportación de un mensaje que desde mi punto de vista es la mejor aportación de la película. Y es que la película nos enfrenta dos mundos, el salvaje y el civilizado, pero nos expone que a pesar de que parece existir un abismo entre ambos, Deodato nos refleja que no sólo no hay tanta diferencia llegados a ciertos extremos, sino que los "civilizados" pueden ser los auténticos salvajes. Y lo hace exponiendo el comportamiento psicótico de los cuatro reporteros hijos de puta que filman como violan a las pobres nativas, queman sus casas y agreden sin piedad a los aborígenes, simplemente para divertirse. Una serie de imágenes que rozan el sadismo y que resultan más agresivas para las pupilas de los espectadores que todo el contenido gore que nos expone la venganza de los caníbales en su parte final. Por lo tanto se nos presenta una demoledora crítica de la sociedad que le aporta desde mi punto de vista, el mayor valor añadido al film. 

Filmando a una pobre aborigen moribunda

A Alan Yates (Gabriel Yorke), líder de los reporteros,
dan auténticas ganas de partirle la cara con una pala
Ahora bien, toda esta supuesta crítica y todos estos aspectos tan cojonudos del film no se verían derrocados ni destruídos, de no ser por los aberrantes métodos empleados por el equipo para llevarlo a cabo. Y ahora llega el momento de poner a parir al personal, al puñado de degenerados e hijos de puta que han formado parte del equipo de rodaje de "Holocausto caníbal". Y es que, si sóis auténticos amantes de los animales, alejáos de esta película, porque desgraciadamente no tuvieron ningún reparo a la hora de asesinar brutalmente y de forma veraz a unos cuantos animales. Si no me equivoco, una rata, un mono, una araña, in cerdo, una serpiente y la peor, para la más brutal y aberrante de las escenas, a una pobre tortuga. Yo soy muy partidario de que las películas sean valientes, arriesgadas y que no se priven de ningún aspecto grotesco, sangriento o gore. Ahora bien, mientras que para ninguna de estas concepciones repulsivas o desagradables se lleve a cabo el daño a nada ni a nadie. En este apecto "Holocausto caníbal" me parece una asquerosa apología de la violencia contra los animales y que nadie lo reproche porque de lo contrario se las podían haber apañado para haber filmado estas escenas de la misma manera que lo hicieron con las muertes de los humanos, con efectos especiales, maquillaje o mediante la utilización de cualquier material artificial para haber simulado el animal real. Pero no, obtaron por la vía más fácil, pero desde luego la más asqueante. Y es que ver a los pobres animales agonizando, sin posibilidad de defenderse, ante el ataque de estos mamones, únicamente por el pretexto de rodar sus muertes, es verdaderamente insultante para el espectador.

El profesor Monroe socializándose con las aborígenes

Lo bueno que tuvo esta salvajada, fue que a partir de entonces el tema de la utilización y protección de animales en el cine se comenzó a regular con más seriedad y austeridad y se crearon muchas regulaciones, valga la redundancia, para evitar este maltrato tan injustificado en producciones cinematográficas. No obstante a mí, desde aquí lo digo, el espectáculo en esas escenas me parece tan insultante que sólo me queda desearle al hijo de puta de Ruggero Deodato y a los desgraciados pedazos de mierda de Perry Pirkanen, Luca Barbareschi, Gabriel Yorke, Francesca Ciardi y todo mamón implicado en esta bochornosa matanza animal, que tengan un final acorde a su atrocidad cometida, la cual refleja su evidente ausencia de moralidad. Desde luego el día que se mueran no seré yo quien derrame una lágrima por este puñado de degenerados.

Brutal escena de un aborto provocado

En resumidas cuentas, no se puede negar lo evidente, "Holocausto caníbal" es un pedazo de clásico, con un buen puñado de méritos dignos de quitarse el sombrero a la hora de concebir una prodigiosa obra cinematográfica. Por desgracia para mí esos méritos y esa fulminante crítica que presenta, se ve anulada por la atrocidad empleada con los animales, que paradójicamente viene a reflejar lo que la película pretende criticar, que el ser humano, por muy civilizado que parezca, es un aberrante salvaje de mierda, y que conste que con la palabra salvaje, no me estoy refiriendo a ningún miembro de ninguna tribu aborigen.

El postre de los caníbales

*MI MOMENTO FAVORITO: por ser una escena que ha dado la vuelta al mundo y por haberse convertido en todo un icono, me veo en la obligación de destacar ese espeluznante momento en el que una joven aborigen en empalada. Esta muerte, supuestamente ficticia, ha levantado ampollas, debido a su excesivo realismo, incluso se ha llegado a comentar que la muerte haya podido ser auténtica. La verdad, es que de tratarse de un efecto de maquillaje (lo cual suponemos que es), es digno de merecerse un millón de aplausos. 

La joven empalada, todo un icono del terror

Aeropuerto (1970) de George Seaton



Mel Bakersfeld (Burt Lancaster) y Tany Livingston (Jean Seberg),
intentarán llevar la situación lo mejor posible en el aeropuerto
"Aeropuerto" es un film emblemático. No sólo fue un grandísimo éxito de taquilla allá por 1970, llegando a recaudar más de 100 millones de dólares, y el inicio de una especie de saga cinematográfica y sendas explotaciones, sino que también fue la causante de la inauguración de un subgénero que fue bastante popular, sobre todo durante el resto de la década de los setenta, el de "catástrofes". Este subgénero estaba caracterizado por coger a un porrón de actores populares, estrellas de Hollywood y pesos pesados de la interpretación y envolverlo en medio de una situación peligrosa en el que por en medio estaba presente una catástrofe, ya fuese a consecuencia de un enorme edificio en llamas como "El coloso en llamas", o por el hundimiento de un barco como "La aventura del Poseidón", o por una catástrofe natural como en "Terremoto" o una amenaza presentada por un puñado de abejas asesinas como en "Enjambre", por mencionar algunas de las películas más populares y representatibas de este subgénero catastrofista. 

Vernon Demerest (Dean Martin) y Gwen Meighen (Jacqueline Bisset)
se comerán el marrón a bordo de avión

Helen Hayes ganó el Oscar a la mejor actriz
secundaria por su papel de la polizonte Ada Quonsett
Pues bien "Aeropuerto" fue la película que asentó las bases y clichés del resto del films que se podrían clasificar dentro de este subgénero de catástrofes y en mi opinión es claramente, de las mejores existentes del mismo. El esquema que presenta la historia en bien simple, un buen puñado de personajes, todos interpretados por grandes actores (véase Burt Lancaster, Dean Martin, Jacqueline Bisset, Helen Hayes o George Kennedy -quien además estaría presente en el resto de la saga de "Aeropuerto"-), inmersos en una peligrosa situación, de la cual intentarán salir airosos en colaboración. En esta ocasión la acción se inicia en un aeropuerto en Chicago, asediado por un temporal de nieve que dificulta que los aviones puedan despegar sin complicaciones. No obstante, todo el personal trabaja a conciencia para regular el tráfico aéreo, dentro de lo que cabe. Pero la alarma estallará cuando se descubra que uno de los pasajeros (Van Heflin), a bordo de un avión rumbo a Roma, lleva un maletín en el que transporta una bomba. Por lo tanto, la situación se irá poniendo cada vez más y más tensa. 

Ada Quonsett al lado de D. O. Guerrero (Van Heflin), el cual
viaja con un maletín que contiene una bomba

Patroni (George Kennedy), personaje común en la saga "Aeropuerto"
Por lo que he podido leer, "Aeropuerto" no es un film que cuente con unas críticas muy buenas, a pesar de haber recibido varias nominaciones al Oscar, incluída a la mejor película. A mi parecer, es una película muy bien hecha, por supuesto muy bien interpretada (no podía ser otra manera con semejante reparto) y con una trama, a pesar de ser simple en apariencia, muy bien llevada y muy entretenida. A medida que van sucediéndose acontecimientos a bordo de ese avión, la tensión va en aumento hasta ir culminando en un excelente clímax final, cargado de suspense. Tal vez la hayan perjudicado la baja catalogación, que un buen puñado de explotaciones de su fórmula, han hecho situar a este tipo de películas catastrofistas. En mi opinión, no soy muy devoto de este tipo de películas, aunque sí que las hay francamente buenas y "Aeropuerto" es una de ellas. Desde luego, no se le puede negar su catalogación como clásico indiscutible, como tampoco puede negarse que la historia engancha y que consigue hacer increíblemente fácil su visionado a los espectadores.

La tensión aumenta en la cabina

*MI MOMENTO FAVORITO: cuando se hace notoria la existencia de la bomba a bordo del avión y el Sr. Guerrero (Van Heflin), quien la transporta, amenaza con hacerla explotar, haciendo que la histeria se propague por el resto de los pasajeros.

La azafata Gwen (Jacqueline Bisset) intenta arrebatarle la maleta
 con labomba a su perturbado transportador (Van Heflin)

domingo, 11 de agosto de 2013

Demencia (1979) de Joe D'Amato



Francesco (Kieran Canter)
Esta peliculita tiene tela. "Buio Omega" (su título original), "Beyond the Darkness" (su título en inglés) o "Demencia" (ole esa traducción española), se le llame como se le llame, hace referencia a un film verdaderamente inclasificable. Un film visceral, desde luego no apto para estómagos débiles ni personas fácilmente impresionables. Se trata de una película italiana de finales de los setenta, en la que en el terror italiano ya había dejado de lado aquellos clásicos deliciosos de terror gótico y en la que el giallo ya iba teniendo menor cabida también. Ahora en el panorama italiano predominaban, en general films explotativos y de un contenido violento en exceso (véase sin ir más lejos los populares films de caníbales que fueron producciones comunes de este país). Desde luego no sabría decir si "Demencia" es la más fuerte de las producciones de terror italianas de esta época tan desmadrada, pero sin lugar a dudas sí que debería de aparecer señalada como una de las más violentas, asquerosas y descabelladas. 

La joven Anna (Cinzia Monreale) muriéndose

Iris (Franca Stoppi) preparada
para cortar algún gaznate
Lo que nos cuenta la película, es una especie de versión de "Psicosis", pero gore. Un chaval guapete llamado Francesco (Kieran Canter), es taxidermista (o sea diseca animales, como Norman Bates) y está locamente enamorado de una joven, Anna (Cinzia Monreale). Pero resulta que vive con una tipeja repulsiva, Iris (Franca Stoppi), que lo desea de forma enfermiza. Escociza por no ser correspondida, practica un rito de magia negra que causa la muerte de Anna. Tras la pérdida, Francesco no se contentará con separarse de su amor, así que roba su cadáver, se lo trae a su casona en un pueblecito rural, le saca las tripas y la diseca para conservarla con él eternamente. A todo esto, al chaval se le va yendo la olla cada vez más y se convertirá en una especie de psicópata que irá asesinando chicas de formas muy brutales. 

Francesco dispuesto a robar el cadáver de Anna

Derritiendo, literalmente, un cadáver
Dirige el film un señor llamado Joe D'Amato, quien dedicó la mayor parte de su carrera al cine porno (de hecho su actor fetiche, era el multiconocido Rocco Siffredi), pero que metió la mano como muchos otros coetáneos (véase Fulci, Deodato, Lenzi) en el terreno del terror con films como éste, "Emmanuelle y los últimos caníbales" o "Gomia, el terror del mar Egeo". Del film cabe destacar por encima de todo, obviamente, su altísimo contenido violento, porque la verdad tiene escenas que creo que serían bastante impensables en películas de terror más actuales. Y es que con el paso del tiempo el cine ha ido sufriendo, en la mayoría de los casos, un retroceso, todo tiene que ser muy políticamente correcto, en cuando hay un poco más de violencia de lo mínimamente establecido, ya se arma la gorda y se pone el grito en el cielo. Y eso es algo muy meritorio que poseyeron películas como esta "Demencia", ese desdén por la normas, por ir más allá, por ofrecer un espectáculo fuerte de verdad, mostrando un par de huevos a la hora de representar escenas que de verdad fuesen un puñetazo en la cara de aquél que las pudiera contemplar. 

Retozando con la muerta al lado

Poniendo guapa a la muerta
Es digno de mencionar la excelente labor de efectos de maquillaje muy pero que muy conseguidos (véase la escena en la que Francesco diseca el cuerpo de la chica), sin ordenador, ahí hechos de forma artesanal. ¡Qué prodigiosa época en la que todavía el cine no había sufrido la contaminación de los pixeles! Por lo demás, la película pues no es nada del otro mundo. Mola la ambientación de la casona del chiflado protagonista y algún que otro momento bastante perturbador. Pero la historia en sí es bastante floja e incluso aburridilla, ya que al contener pocos elementos, el ritmo se ve perjudicado en según que pasaje. Curioso también resulta el uso del erotismo en el film, pero de una forma que roza lo enfermizo, lo perverso, con insinuaciones necrofílicas (aunque en este aspecto no se ve ninguna escena esplícita, gracias a Dios). En definitiva, "Demencia" es un film demencial desde luego, muy sangriento, muy gore y en mi opinión un auténtico reclamo de una época en la que un puñado de realizadores le echaban un par de huevos a la hora de plasmar auténtico horror en la pantalla. Sin lugar a dudas un film como éste me parece infinitamente más perturbador que por ejemplo cualquier película de la saga "Saw", por esa asombrosa capacidad de mostrar una violencia, aparte de sangrienta y visceral, impecablemente más realista. Por supuesto no es una película que se pueda recomendar por doquier, seguramente una amplia mayoría la encontraría ciertamente detestable, y no le faltaría razón. Pero para los amantes del gore o del terror más bizarro, podría ser una joya a descubrir.

¡Desangrá mi arma!

*MI MOMENTO FAVORITO: en sí no es que sea mi momento favorito, pero el instante en el que Francesco (Kieran Canter) vacía el cadáver de Anna (Cinzia Monreale), le saca las tripas y procede a disecarla, me parece increíble debido al amplio realismo de los increíbles efectos gore que presenta.

Gore sin pixeles, así sí se hacían buenos efectos