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jueves, 21 de noviembre de 2013

Espartaco (1960) de Stanley Kubrick



El esclavo Espartaco (Kirk Douglas)
entrenado para ser gladiador
Una auténtica obra maestra del cine épico, otra de esas grandes superproducciones recreativas de la Antigua Roma, al mismo nivel de otras joyas como "Quo Vadis" o "Ben-Hur". A su vez también es la obra menos personal de Stanley Kubrick (por ello, puedo decir que es mi película favorita de este director), sobre cuya producción no pudo tener el poder que su egolatría deseaba. Debido a esto, el señor Kubrick ha renegado en muchos aspectos de este emblemático film suyo, acusando que no había podido desempeñar el control de su sello personal; parece que se olvidó que fue precisamente el éxito de "Espartaco" quien le dio la posibilidad en el gran nombre del Séptimo Arte en el que se acabó convirtiendo, con mayor o menor merecimiento. Y es que la inmortal historia del esclavo que desafió al magnánimo Imperio Romano, tuvo de por sí su propia historia, llena de entresijos y conflictos que convirtieron su realización en, casi casi, una batalla campal. Los problemas acompañaron a "Espartaco" incluso en la propia fase de preproducción. El guión está basado en una novela escrita por Howard Fast, y se contrató al mismo para que se hiciese cargo de desarrollar el mismo guión de la película. Pero resulta que no llevaba ni media hoja, que al pobre Fast le pegaron una patada en el culete y se contrató como guionista a Dalton Trumbo, un polémico personaje, debido a su vinculación con ideas comunistas y víctima de persecución durante la Caza de Brujas del Senador McCarthy. Bueno, desde luego era algo que señalaba que "Espartaco" había arrancado con el pie izquierdo.

Espartaco lucha en la arena contra otro esclavo negro (Woody Strode)

Espartaco siente algo especial por la esclava Varinia (Jean Simmons)
Pero solventadas las pesquisas del guión, pasamos a la fase de realización. El primer elegido para dirigir el proyecto fue Anthony Mann (posterior realizador de otros memorables films históricos como "El Cid" o "La caida del Imperio Romano"), el cual incluso llegó a rodar algunas de las escenas, por ejemplo los diez primeros minutos de película. Pero no se sabe muy bien porqué, el prota Kirk Douglas, que además era productor de la película, tuvo una serie de problemas con él y ¡hala! el señor Mann fue despedido. El proyecto pues estaba en marcha y necesitaba urgentemente un nuevo director de mano firme que pudiese arrancarlo del punto muerto en el que parecía estancado. Así pues el señor Douglas, recordó su participación en la magnífica "Senderos de gloria" e insistió en que el elegido fuese el que había sido director de ésta, Stanley Kubrick. Y bueno, apareció al magnánimo señor Kubrick y puso patas arriba todo. Se comenta que como director era demasiado meticuloso, muy profesional y asombrosamente detallista. Pero claro, para Kubrick fue un proyecto inmenso; estaba en primera línea en el terreno hollywoodiense, rodeado de un reparto milenario, repleto de reputadas estrellas acomodadas y claro, sus métodos resultaron, llamémoslos chocantes.

Espartaco se subleva contra sus dueños...

...y se converirá en el cabecilla de un ejército de esclavos
A consecuencia de ello el rodaje fue un auténtico toma y daca, en el que no faltaron peleas de todo tipo entre Kubrick y los actores y sobre todo, con el protagonista Kirk Douglas, que no olvidemos, también era productor. Douglas quería manejar a su conveniencia el camino que debía seguir el plan de rodaje, pero Kubrick era un hueso duro de roer y quería abarcar más de lo que Douglas estaba dispuesto a permitirle. Y claro si tenemos a un productor absorvente y a un director toca pelotas y ególatra con ansias de poder sobre el resto, pues claro, se crea una situación infernal, no menos. Hay que añadir además, que entre los actores, la relación no es que fuese mala, sino rematadamente mala. Laurence Olivier, Charles Laughton y Peter Ustinov, por lo visto, no se tragaban y dieron constantes muestras de ello durante la fimación, lo que empeoraba aún más la delicada situación del equipo. En resumidas cuentas, que el rodaje de "Espartaco" fue una apoteósica tragedia, que contra todo pronóstico, dio como resultado una auténtica joya, maravillosa y deslumbrante.

Batiato (Peter Ustinov) y Graco (Charles Laughton)

Espartaco y Varinia vivirán su amor en medio
de la tan difícil situación en la que se encuentran
Visto el resultado debemos de reconocer lo evidente, Kubrick realizó un excelente trabajo en la dirección, aunque también es cierto, que hay que agradecer que le cortaran un poco las alas y no le diesen cancha absoluta para llevar a cabo este film. Si digo esto es por una serie de cuestiones; la primera; y sé que me repito, pero es la verdad, el señor Kubrick, como buen ególatra, despreciaba lo ya filmado por Anthony Mann (o sea las escenas iniciales), ¡cómo no!; él diría que podía hacerlo mil veces mejor, e insistía en eliminarlas del montaje, pero claro, eso suponía trabajo perdido y los productores le dijeron que "un cuerno" y afortunadamente mantuvieron ese espléndido inicio, que nada tiene que envidiar al resto filmado ya por el propio Kubrick. Y lo segundo, viendo la posterior filmografía de Kubrick y haciendo las comparaciones con esta peli, pues uno se puede hacer una idea de la ida de olla completa en la que podía haber convertido "Espartaco" y es que el señor Kubrick desarrolló una obsesiva manía por complicar de manera exhacerbada sus films, para que los más listillos y entendidos de turno se hiciesen sus propias "pajas mentales" a la hora de atribuirle méritos que las cabezas normales pensantes nunca podremos desentreñar. Por no hablar de lo entretenida que resulta "Espartaco" en comparación con posteriores ladrillazos del director (véase "2001, una odisea en el espacio" o "Barry Lyndon"), a pesar de que este film supera las tres horas, es de lo más llevadero, y por supuesto el film más disfrutable de Kubrick, gracias a que, como ya he dicho, supieron mantenerlo a raya.

Marco Licinio Craso (Laurence Olivier) perseguirá a Espartaco hasta la muerte

Antonino (Tony Curtis), aliado inseparable de Espartaco
Pero curiosidades de éstas aparte, en resumidas cuentas lo que queda es una de las más prodigiosas películas históricas jamás rodadas. "Espartaco" es una auténtica maravilla en todos los sentidos. A nivel técnico, tiraron la casa por la ventana y, se nota, porque los 12 millones de dólares de presupuesto resplandecen en cada uno de los fotogramas. La ambientación, la puesta en escena, e vestuarios, la fotografía, son todos sobresalientes. El nivel actoral es absolutamente increible, Kirk Douglas soberbio, idem de Laurence Olivier y Charles Laughton (aunque bueno, éstos están siempre estupendos, para mí son de lo mejorcito que ha existido nunca en Hollywood) como brillantes secundarios, sin olvidarnos de la bellísima Jean Simmons, o para mí uno de los más desprestigiados del reparto, Tony Curtis, como Antonino, uno de los principales aliados del protagonista, cuya actuación, por lo que he visto en otros comentarios del film, pasa siempre bastante desapercibida y a mí me parece muy pero que muy notable. En cambio, he de señalar en este aspecto una cosa que me parece curiosa y esto lo tengo que decir en el sentido negativo.

Debatiendo en el Senado, que no se diga que en la Antigua Roma no eran civilizados

Resulta que Peter Ustinov, fue galardonado con el Oscar al mejor actor secundario por su interpretación en esta película y sinceramente, no entiendo por qué. No quiero desmerecer a este señor que era un gran actor, pero en "Espartaco" no se merecía el Oscar, como sí lo merecía en "Quo Vadis" haciendo su mejor papel, el del lunático emperador Nerón. Por ejemplo, Laurence Olivier o Charles Laughton o el propio Tony Curtis, me parece que se lo merecían muchísimo más, pero bueno, así fue la cosa y así quedó. Me queda destacar esa preciosísima y emotiva banda sonora de Alex North, una melodía tan bella y tan melancólica que a mí la verdad me dan ganas de derramar alguna lagrimita al escucharla.

Desvastadoras consecuencias de una sangrienta batalla

Soltado todo este rollo, voy a decir como conclusión que, bueno; en realidad volver a decir, que "Espartaco" es un clásico genial. Una historia llena de violencia, amor, romance, ira, batallas, esclavitud y romanos, como no. En serio es una película tan sensacional que merece la pena ser vista y disfrutada, sobre todo en Semana Santa, ya que no hay una en la que no la repitan por televisión. Así que si no te quieres molestar en conseguirla de cualquier forma legal (¿o "ilegal"?) hasta entonces, atento al televisor esta Semana Santa, que cualquier día la emitirán y de verdad, merece mucho, muchísimo la pena.

''Yo soy Espartaco'', ''No, yo soy Espartaco''

A destacar una escena bastante curiosa, muy comentada además, por una potente carga de homosexualidad implícita que presenta. Me estoy refiriendo a ésa en la que el personaje de Marco Licinio Craso (Laurence Olivier) es bañado por su esclavo Antonino (Tony Curtis). Durante este instante seremos testigos de una conversación entre ambos personajes, en los que se puede leer entre líneas, como Craso le tira los tejos casi literalmente a su esclavo, haciéndole proposiciones indecentes. En serio, no tenéis más que escuchar el diálogo entre ambos y leer entre líneas el sentido metafórico que adquieren las "ostras" y los "caracoles" en los labios de Craso.

El vicio está en el aire

*MI MOMENTO FAVORITO: como no sabía decidirme exactamente por uno concreto, voy a señalar esa tristísima escena final, la cual nunca consigo ver sin que se me caigan las lágrimas. En ella se puede ver a Espartaco (Kirk Douglas) crucificado y a su amada Varinia (Jean Simmons) portando al hijito de ambos, llorando a sus pies y suplicándole una muerte rápida. De verdad, una escena para llorar de emoción y de tristeza.  

''Este es tu hijo y es libre''

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