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miércoles, 6 de noviembre de 2013

La marca del hombre lobo (1968) de Enrique López Eguiluz



Janice (Dyanik Zurakowska) y Waldemar (Paul Naschy)
se conocen durante una fiesta de disfraces
"La marca del hombre lobo" es un título fundamental e importantísimo dentro de la historia del cine de terror de nuestro país, por varias cuestiones. Situándonos allá por 1968, un señor madrileño llamado Jacinto Molina se puso a escribir un guión sobre un personaje llamado Waldemar Daninsky, el cual se vería afectado por una maldición que lo transformaría en lobo. El señor Molina, no podía imaginar la trascendencia que ello iba a traer, cuando el texto fue aprobado para ser llevado a la gran pantalla. Recordemos que en aquel instante, en España existía una dictadura y la producción de películas de terror era casi nula, por no decir prácticamente inexistente, por ello "La marca del hombre lobo" supuso un innovador avance en esta cuestión y es que su éxito promovió que en nuestro país un grupo de realizadores comenzasen a interesarse por este género y que apareciesen interesantes films aterradores made in Spain. También supuso la primera incursión en dicho género del propio Jacinto Molina, tanto como escritor como actor principal, el cual se colocaría como nombre artístico Paul Naschy y el que además se convertiría en un icono del terror, no sólo a nivel nacional, sino internacional. Concretamente "La marca del hombre lobo" supondría el primer film de una larga serie de ellos, en los que el propio Paul Naschy interpretaría al licántropo Waldemar Daninsky, de los cuales el más famoso de ellos es "La noche de Walpurgis", realizada tres años después de este film. 

Dos zíngaros (Rossana Yanni y Gualberto Galbán)
saqueando la tumba de Imre Wolfstein

Retirar esa cruz del difunto Wolfstein
deparará trágicas consecuencias
Pero centrándonos en esta película en cuestión, nos encontraremos con un film bastante loable, si tenemos en cuenta el bajísimo presupuesto con el que se contó para llevarla a cabo y la poquísima experiencia de los realizadores españoles en materia de terror. "La marca del hombre lobo" cuenta una historia bastante curiosa, en el que no faltan detalles que rozan el más puro surrealismo. Por un lado tenemos la historia de una joven rica, la condesa Janice von Aarenberg (Dyanik Zurakowska), que siente cierta fascinación por su vecino, un tal Waldemar Daninsky (Paul Naschy), un tipo misterioso, por el que comienza a sentir cierto interés amoroso. Por otro lado, nos topamos con una pareja de zíngaros borrachos (la guapa Rossana Yanni y Gualberto Galbán), que se adentran en una mansión abandonada y no se les ocurre otra cosa que profanar una tumba situada en unas catacumbas subterráneas. En el interior del féretro se encuentra descansando el cadáver del difunto propietario de la mansión, Imre Wolfstein, el cual tiene una cruz plateada incrustada en el pecho. Cuando se retira dicha cruz, el tipo vuelve a la vida, transformado en lobo y acaba con los dos zíngaros. El perverso personaje parece que va a hacer sangrientos estragos, pero afortunadamente volverá a encontrar la paz, cuando Waldemar logre de nuevo clavarle la cruz plateada, elemento que impide el regreso a la vida del mortífero licántropo. Pero, lamentablemente Waldemar resulta herido en el combate y por lo tanto, sobre sus carnes recae la maldición del hombre lobo transmitida por Wolfstein. 

Waldemar herido tras su enfrentamiento con el licántropo

Así pues, las noches de luna llena Waldemar se convertirá en una peligrosa y feroz bestia, sedienta de sangre que irá matando impunemente a todo habitante de la comarca, con el que se encuentre. Pero la cosa, para colmo, se complica mucho más. Resulta que hace saber de la existencia de su mal, a su amada Janice y a Rudolph (Manuel Manzaneque), un chaval que está loquito por la condesita y éstos serán los que pedirán ayuda a dos médicos extranjeros, expertos en ciencias ocultas, el Dr. Janos Mialhoff (Julián Ugarte) y su esposa Wandesa (Aurora de Alba). Pero, estos dos nuevos personajes, que supuestamente han venido a ayudar a Waldemar con el tema de la licantropía, traen otros planes diabólicos, ya que son vampiros y claro, entre tanto batiburrillo de monstruos acabará liándose una bien parda. 

Entre Waldemar y Janice surgirá el amor

Waldemar no puede evitar convertirse en lobo
Pues bueno, si algo sorprende de antemano en este pionero film, es que la realización es bastante notable, como ya he dicho, teniendo en cuenta sus limitaciones tanto técnicas como artísticas. La historia despierta cierto entusiasmo, porque resulta bastante curiosa, deja bien claro el gusto de Naschy por el cine de terror clásico, al añadir detalles en la historia que ebocan con gran acierto aspectos de la versión clásica de "El hombre lobo" de 1941. A su vez, también se puede comprobar la influencia de las películas de la Hammer, en la elaboración de aspectos visuales de "La marca del hombre lobo", sobre todo en el tema de la decoración gótica en la que mayoritariamente se envuelve a los personajes. La incorporación de la figura de los vampiros ya acaba por denotar las referencias acontecidas a la productora británica. Sí bien es cierto, que se nota que en España no contaban con los medios que los británicos poseían para plagar de algo más de espectacularidad, sobre todo visual, a sus películas de terror, pero vamos, que el equipo técnico de "La marca del hombre lobo" ha logrado explotar sus limitadas posibilidades para confeccionar una película bastante conseguida en el aspecto visual y muy por encima de la media de posteriores producciones españolas de temática similar que serían muy comunes a lo largo de la década de los setenta (y con Naschy como protagonista). 

La película cuenta con excelentes escenarios naturales patrios

Janice y Rudolph (Manuel Manzaneque) reciben a la siniestra
pareja de vampiros (Julián Ugarte y Aurora de Alba)
En la parte actoral, sí que se nota ciertamente más perjudicada, en mi opinión al menos. Porque, por ejemplo, seamos francos Paul Naschy. era un actor no sólo limitadito, ultra-limitado. Este buen señor, que en paz descanse, tenía la misma capacidad de transmitir una emoción que la de un candelabro del atrezzo del film. Afortunadamente, la cosa mejora cuando le colocan encima el maquillaje, el pelo y los colmillos y efectúa fieros saltos para lanzarse a las yugulares de sus víctimas; lo que con todo mérito lo han hecho ser una figura mítica en el terreno del cine fantástico y de terror español. El resto del reparto, pues es que no vale un carajo (en líneas generales), aunque tampoco desentonan, porque sus insípidas interpretaciones pegan bastante bien con el tono desenfadado y alocado de la historia. Destacar por encima de todo ese torbellino de sexualidad y violencia excesivamente fuertes para la época, recordemos que era 1968 y además en España, lo cual me parece un aspecto increible y que involucra un espíritu transgresor y un coraje dignos de admirar. 

La vampiresa no perderá el tiempo con Rudolph

El vampiro hará lo propio con Janice
Por supuesto, también merece mención especial el aterrador aspecto del personaje principal, ese hombre lobo bípedo, cuyo diseño delata también las referencias tanto del film "El hombre lobo" de 1941, como de la versión de la Hammer "La maldición del hombre lobo" de 1961, labor de maquillaje tan alpargateramente artesanal como fascinante. En resumidas cuentas, "La marca del hombre lobo" merece su página en la historia como película estandarte y pionera del cine de terror español y porque supuso una oleada de películas que reivindicaron, con mejor o peor acierto, la posibilidad de los realizadores españoles de ofrecer interesantes obras de este género. Hay que decir además, que el film ha cosechado cierto culto, incluso fuera de las fronteras de nuestro país. Para mí es la mejor película del personaje de Waldemar Daninsky; es más, me atrevería a decir que es la mejor peli que ha contado con la presencia de Paul Naschy, el cual ha hecho, en su mayoría, insufribles mierdas que ya iré comentando poco a poco. 

Los vampiros tienen diabólicos planes

*Como curiosidad, fue rodada en 3D, nada más y nada menos, lo cual supuso un lujazo para ser una producción española del momento. Aunque en nuestro país no fue emitida en dicho sistema, sí lo fue en otros paises como Alemania. 

Waldemar tendrá finalmente que ejercer de héroe del cotarro

*MI MOMENTO FAVORITO: una escena bastante brutal en la que Waldemar (Paul Naschy) convertido en lobo, irrumpe en una cabañuca y mata con gran saña a un matrimonio de pueblerinos que la habitan. 

¡Directo a la yugular!

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