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miércoles, 4 de diciembre de 2013

Historias de Filadelfia (1940) de George Cukor



C. K. Dexter Haven (Cary Grant) agrede a su mujer
 Tracy (Katharine Hepburn) como si tal cosa
"Historias de Filadelfia" es otra de esas comedias, denominadas sofisticadas, tan populares durante la década de los treinta y cuarenta, al estilo de "Sucedió una noche", cuya característica principal es contar con personajes de la Alta Sociedad como protagonistas de la historia. Por supuesto está considerada una magna obra maestra por la crítica especializada. También apuntan a su favor que si tiene un guión perfectamente elaborado, con unos diálogos muy inteligentes, personajes deliciosos, actuaciones espectaculares y bla, bla, bla. Desde mi punto de vista estamos ante una remilgadísima obra cuyo principal atractivo es el llamativo trío protagonista y poco más, porque de obra maestra pues la verdad, me parece que tiene bien poquito. Seguramente en su estreno debió de haber sido especialmente chocante el cierto desparpajo a la hora de mostrar dudosos comportamientos de los miembros tan sofisticados de la Alta Sociedad, en medio de situaciones más o menos, llamémoslas cómicas en mayor o menor medida, véase líos amorosos, cuernos, o cogorzas monumentales, pero como hoy en día no nos imaginamos a los miembros tan execrablemente respetables de la High Society de otra manera (sobre todo de whisky hasta las cejas), pues como que lo ocurrido a lo largo de la película no nos parecerá tan hilarante como seguramente en su momento quisieron plantear ante el público.

Tracy haciendo preparativos para su nueva boda

Macaulay Connor (James Stewart) y Elizabeth Imbrie
(Ruth Hussey) de corresponsales para la boda de Tracy
La historia, la verdad es que me pareció bastante boba y poco interesante, simplemente nos muestran los preparativos para la segunda boda de una ricachona Tracy Lord (Katharine Hepburn), una mujer fría e independiente, en su lujosa mansión. Resulta que como encerrona, el que fue su primer marido, C. K. Dexter Haven (Cary Grant), invita a una pareja de periodistas del corazón (James Stewart y Ruth Hussey) a que vivan de cerca el momento, con la intenciones de que ambos crujan a la familia Lord en su crónica. Sabiendo esto, Tracy planteará una comedia para engatusar a los periodistas de tal manera de que lleguen a creerse que la armonía reina entre las paredes de la mansión, y que en resumidas cuentas, a pesar de sus millones, son personas normales y campechanas. En resumidas cuentas "Historias de Filadelfia" nos plantea un culebrón, que si la prota está a punto de contraer matrimonio con un hombre al que no ama, que si en realidad sigue enamorada de su primer marido (a pesar de que le ostiaba y todo, presenciar la bochornosa escena inicial en la que Cary Grant somete a la Hepburn a un claro maltrato físico), que si el periodista se enamora de la prota ricachona y pasa como de la mierda de su compañera, que pierde el culo por él. 

Tracy con su ex-marido y su futuro marido (John Howard)

A Tracy le mola empinar el codo
Vamos, lo que plantea una telenovela (durante sus dos o tres años de emisión) pero aquí reducido a unas dos horas, ciertamente densas según qué tramo, y pretendiendo inundarlo todo con un aire de comedia fina y refina, no os vayáis a pensar que ya existía el humor zafio (que seamos francos, es más efectivo a la hora de arrancar carcajadas). Como comedia, la verdad pocas veces me hizo sonreir, como drama, a pesar del planteamiento de algunas de las subtramas de la historia, pues no me parece especialmente efectiva. El tratamiento de los personajes me parece horroroso, parece que los guionistas  no sabían muy bien por donde encarrilar el rumbo de la historia, porque no haremos más que toparnos con incómodas dualidades, sobre todo en el personaje de Tracy, que si es independiente, que si es sumisa a su marido, que si ama a uno, que si de repente cambia el chip y se enamora de otro; todo a un ritmo demasiado precipitado que llega a verse extremadamente confuso. La película no cuenta con malos actores, concretamente los tres principales eran grandes estrellas del star system hollywoodiense (Stewart, Grant y Hepburn), pero sinceramente no me ha encajado ninguno en sus respectivos roles. 

Tracy empieza a hacer buenas migas con Macaulay

Y Macaulay y Tracy tontean...
Lo que me da rabia es que he llegado a leer que estamos ante una de las mejores interpretaciones de ambos y eso me parece una auténtica infamia, porque más bien es el caso contrario. El de Katharine Hepburn probablemente sea de los peores, se ve rancia, sobreactuada (ver sino otras de sus películas como "La costilla de Adam" o "Adivina quien viene esta noche" y comprobar su destreza interpretativa comparada con la de este film). Lo mismo puedo decir de Cary Grant, a veces parece que si su personaje hubiese sido sustituido por un maniquí no se notaría la diferencia (comparar sino su papel en este culebrón con por ejemplo la que yo considero su mejor interpretación, la de "Con la muerte en los talones" de Hitchcock). Y por último, el peor, James Stewart, que paradójicamente fue galardonado con un Oscar al mejor actor por su papel de periodista panoli, algo desde mi perspectiva incomprensible, porque su interpretación, hablando claro, no es que me parezca una absoluta mierda, pero no anda muy lejos; el señor Stewart se habría merecido ese Oscar con creces en "¡Qué bello es vivir!" por ejemplo. Ya no hablemos de otras cuestiones como el desfase argumental que presenta la película teniendo en cuenta el paso del tiempo, sobre todo en el mensaje bastante machista que presenta; en especial en la sonrojante relación de los padres de la protagonista, en la cual al marido infiel se le justifican los cuernos de una forma bochornosa, como si el pobre fuese en realidad una víctima. Vamos que si cambias el nombre de la mansión Lord por "Ambiciones" no se notaría mucho la diferencia, con tanto putiferio de por medio.

...y borrachos perdidos acaban liándose

En resumidas cuentas me parece una película muy sobrevalorada, injustamente considerada una obra maestra de la comedia por la crítica especializada. Creo que un requisito imprescindible para verle cierto atractivo, es tener más de sesenta años, por lo menos. Por lo demás, bueno ni fu ni fa, tampoco es que me parezca una mieda, la verdad, uno puede verla sin que te entren ganas de suicidarte, pero vamos que vista una vez, no considero necesario el hecho de volver a concederle un visionado más. Un clásico cadudo, pero caduco donde los haya.  

¿Con quién se acabará casando Tracy?

*Como curiosidades: la peli es en blanco y negro, aunque las capturas las he hecho de una versión coloreada de la misma, que tengo. Y además se hizo un remake, más insufrible, en 1956 titulado "Alta sociedad", con Grace Kelly, Frank Sinatra y Bing Crosby como protagonistas.

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