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martes, 14 de enero de 2014

Brain Damage (1988) de Frank Henenlotter



Brian (Rick Hearst) conoce a Elmer
''¿Pero esto qué es?'' me pregunté yo cuando una vez haciendo zapping por los canales del Satélite Digital, me topé con un extraño film que estaba empezando en el que fue uno de los mejores canales existentes, Calle 13 (ya no lo es, lástima). Gracias a Calle 13 descubrí algunas de las mayores frikadas que he visionado en mi vida y también excelentes curiosidades, como la que nos ocupa. Lo que nos presenta la historia de este film, es como un chaval llamado Brian (Rick Hearst), se encuentra con un repugnante y grotesco parásito, llamado Elmer. Este bicho es inteligente, puede hablar y razonar y para sobrevivir necesita devorar cerebros humanos, labor que no puede desempeñar por sí mismo, por ello ha de lograr que Brian le facilite presas para subsistir. La forma que tiene de conseguir dominar la voluntad del joven, es mediante una especie de droga que le inyecta al chaval, la cual lo hace flipar. El pobre Brian se irá convirtiendo en un ser dependiente de la mierda que le proporciona Elmer y por lo tanto se volverá su más sumiso esclavo, capaz de cualquier cosa.

Elmer es una monada, ¿a que sí?

A punto de meterle un chute a Brian
"Brain Damage" es una película mejor de lo que parece a simple vista y es que es un film que desde luego rompe con ciertos esquemas, sobre todo si hablamos de la clase de película que es y de su componente audiovisual. Es lógico que pensemos que un film de serie B y de los ochenta (de bajo presupuesto por lo tanto) no tenga una elaboración audiovisual muy currada, pues aquí es donde "Brain Damage" demuestra lo contrario y es que estamos ante una de las películas, por así clasificarlas, casposas ochenteras que mejor fotografía tiene. Tiene tal calidad que parece un film de mucho mayor presupuesto, ya que la puesta en escena es francamente impresionante, por lo tanto es una prueba ejemplar para demostrar que no porque una película tenga mayor número de limitaciones ha de ser una chapuza en cuanto a realización. Impresiona más cuando se compara con el anterior trabajo de su director, la más casposa "Basket Case" (a la que le hace, además, un curioso guiño) y se observa la evolución positiva que ha sufrido este director y cómo ha sabido dotar a este "Brain Damage" de un aura muy especial. 

Brian alucinando con los efectos de la droga

''Cerebros, ¡qué ricos cerebros!"
Pero ¿acaso el principal atractivo de esta película es la fotografía?, pues no, aparte tiene un guión gamberro enormemente original, toques de humor igual de gamberros muy bien traidos y desternillantes y gore a patadas con unos maquillajes impresionantes, impecablemente elaborados. Por lo tanto tenemos un pack completo de puntos sobresalientes que convierten a este film, en uno de los mejores productos de serie B ochentera, sin lugar a dudas. "Brain Damage" siempre he sostenido que es una alegato anti-drogas, y es que si leemos entre líneas observamos que el bicho malo del film que domina al chaval protagonista, representa el universo de las drogas, un universo que lleva la muchacho a un éxtasis mágico para caer en un abismo de decadencia y dependencia, cuya dependencia le lleva a ser responsable de atroces actos. 

Eso tiene que doler lo suyo

Cameo del prota de "Basket Case" y de su inseparable cesta
Yo vi este film antes que "Trainspotting" (no mucho antes, pero antes al fin y al cabo) y cuando presencié ciertos fragmentos de la propia "Trainspotting" me hicieron recordar a "Brain Damage", ese universo del protagonista cuando alucina cosas horribles y se empieza a hundir en su propia decadencia, así que no me extrañaría que Danny Boyle tomase ciertas referencias de este film, que aunque de tipo fantástico desgraciadamente hay más de un aspecto que podría ser aplicable al mundo real y en concreto a ese universo autodestructivo de las drogas. A mí "Brain Damage", tengo que decirlo, me parece un peliculón, una combinación asombrosa de humor, fantasía y horror como pocas veces se ha visto en este universo underground de la serie B casposa, además está muy bien elaborada y es super entretenida. Con la mano en el corazón recomiendo esta joya por desgracia desconocida, es una película a reivindicar porque es buena de verdad, para mí de auténtico culto y con el valor añadido de ser de los ochenta. Una auténtica joya, tan rara y extravagante como magnífica y espectacular.

¡Más cerebros para el buche!

*MI MOMENTO FAVORITO: una tan grotesca, divertida, zafia y curiosa a partes iguales. Tenemos a Brian (Rick Hearst), al que una prostituta le va a ofrecer uno de sus "servicios especiales". Cuando ésta desciende hacia su bragueta y se propone "cumplir con su cometido", entrará el parásito Elmer en acción y se le introducirá en la boca a la chica. Como Elmer tiene forma de "miembro viril", pues claro la escenita parece reflejar una sangrienta felación mortal; porque el señor Elmer acaba extrayéndole por vía oral a la señorita, su jugoso cerebro. 

¿Nunca te dijo tu mamá que no te llevaras a la boca todo lo que encontraras?

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