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sábado, 1 de marzo de 2014

El fantasma de Frankenstein (1942) de Erle C. Kenton



Ludwig (Sir Cedric Hardwicke), otro hijo de Frankenstein,
si va a resultar que son ciento y la madre
Nueva secuela que la Universal realizó sobre el mítico monstruo creado por Mary Shelley, la cuarta parte, que sigue los acontecimientos consecutivos tras "El hijo de Frankenstein". Aquí ya se nota un claro descenso de la calidad; los años cuarenta marcaron un serio declive en las produccciones de terror de la Universal; los aterradores sucesos reales acontecidos durante la Segunda Guerra Mundial, hicieron que el ferviente pánico que le producía al público las míticas figuras de los monstruos clásicos de terror, diez años antes, ahora supusiesen un mero vehículo que en muchas oscasiones rozaba la insufrible parodia. Películas como ésta dejaron evidencia de que las ideas de los guionistas, en ese afán por seguir sacando rentabilidad de esos monstruos que tan buen resultado les había supuesto años atrás, se estaban agotando. Lo primero que se puede presenciar en este film, en comparación con las tres pelis anteriores, es un bajón alarmante en lo referido a la puesta en escena. Si bien, en muchas ocasiones sigue manteniendo el tipo, por lo general podemos decir adiós a esos magistrales decorados, deudores del expresionismo alemán, siniestros y perturbadores. Ahora, nos topamos con una ambientación mucho más banal, y claramente mucho más de andar por casa (más barata, claro). 

El monstruo (en esta ocasión Lon Chaney Jr.) sigue dando morcilla

El cambio más evidente que se muestra ante nuestros ojos, es que la icónica figura del monstruo de Frankenstein, ha dejado de ser interpretada por el gran Boris Karloff, se ve que ya estaba harto del personaje el hombre. En esta ocasión, el actor que encarna al monstruo, es otra icónica figura del terror de esta época, Lon Chaney Jr. (hijo del actor de cine mudo Lon Chaney), quien se había consagrado como el eterno Larry Talbot en "El hombre lobo" un año antes. El monstruo de Chaney, resulta mucho menos memorable y mucho menos entrañable que el de Karloff, se nota que hace lo posible por imitar a éste, pero algo no cuadra de la misma manera; queda más acartonado, más fuera de lugar. 

Volviendo a hacer experimentos, si es que no aprendemos

Ygor (Bela Lugosi) atrayendo al monstruo con música
Por otro lado, se mantiene la figura del magno Bela Lugosi, interpretando al mismo personaje de la película anterior, el jorobado Ygor. Algo que me mosquea profundamente es, el hecho de que este personaje, en el anterior film, supuestamente había muerto, en cambio en esta película vuelve a aparecer como si nada, y lo peor de todo es que no se molestaron en justificar su resurrección, sale sin más y punto; aunque se agradece la presencia de Lugosi (quien además tiene un papel más protagónico en esta ocasión), sí que se me hace lamentable la acción chapucera de meter a Ygor de golpe y porrazo sin guardar relación con los acontecimientos ocurridos en el anterior film. Ahora nos encontramos que el jorobado, quiere conquistar el mundo, (¡increíble!), y para ello se basa de la ayuda del monstruo, sepultado bajo las ruinas del castillo de Frankenstein en la anterior peli. Para conseguir su propósito acude a un siniestro médico, el Dr. Bohmer (Lionel Atwill, quien había hecho del policía del brazo ortopédico en la anterior secuela), que le promete un trasplante de cerebro. 

El monstruo siendo sometido a juicio

La asustada Elsa Frankenstein (Evelyn Ankers)
De por medio aparece, otro hijo del antiguo Frankenstein (joder, para pasarte todo el rato resucitando muertos, el doctorcito sí que sacó tiempecito para dejar descendencia), Ludwig (interpretado por otro veterano actor, Sir Cedric Hardwicke), que viene a lo siempre, a intentar esclarecer los terribles hechos realizados por su clan familiar en el pasado. La película en sí, no aburre, mandaría huevos teniendo en cuenta que dura poco más de una escasa hora; pero en líneas generales resulta muy floja. Para colmo, por momentos pierde por completo seriedad, y queda impregnada de un humor negro un tanto incómodo, a veces parece que hasta de manera involuntaria (ver al monstruo ascendiendo por los tejados, resulta bastante ridículo teniendo en cuenta sus movimientos). Sería simplemente recomendable para los muy fervientes adoradores del terror clásico y de los míticos films sobre monstruos de la Universal, pero deja muchísimo que desear en comparación con las primeros proyectos de la productora. Eso sí, no fue la última de las secuelas, luego llegarían los denominados crossovers, en los que a los productores se les ocurrió la idea de enfrentar a sus criaturas en duelos, un experimento que más actualmente sería recuperado en films como "Alien vs. Depredador" o "Freddy vs. Jason", si es que en el cine se ha visto ya de todo. 

Ygor con el malvado Dr. Bohmer (Lionel Atwill)

*MI MOMENTO FAVORITO: por mencionar uno, voy a señalar el de la resurrección del monstruo (Lon Chaney Jr.), el cual me parece que no está nada mal realizado. 

Entre los escombros...

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