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lunes, 17 de marzo de 2014

El rostro de la muerte (1976) de Alfred Sole



La problemática Alice (Paula Sheppard, quien tenía 19 años,
aunque aparenta a la perfección los 12 del personaje)
Un film insólito y muy pero que muy interesante, a pesar de ser bastante desconocido. "El rostro de la muerte" fue el título que terminó predominando para referirse a él en nuestro país y es que resulta abrumador el amplio número de títulos anglosajones por los que fue siendo distribuida, que si "Communion", que si "Holy Terror", aunque parece ser que el que tuvo más gancho fue el de "Alice, Sweet Alice" ("Alicia, dulce Alicia"); pero en España como siempre, los traductores quisieron crear el suyo propio y el elegido fue "El rostro de la muerte". Dicho esto debo señalar que en cierto sentido, este film fue un tanto adelantado en lo referido a la premisa que expuso, ya que por su temática podría ser considera un tempranísimo slasher, aunque la fiebre slasher propiamente dicha aún no se había manifestado en profundidad (sería en 1978 con "La noche de Halloween" cuando podríamos empezar a hablar de slashers en sí), aunque ciertamente ya había asomado ligeramente en films como la italiana "Bahía de sangre" en 1971, "La matanza de Texas" en 1974, o "Navidades negras" también en 1974.  

La dócil hermana de Alice, Karen (una debutante Brooke Shields)

Analizado en profundidad "El rostro de la muerte" no podría ser considerado un slasher cine por cien, aunque incorpora elementos que se asentarían perpetuos en el subgénero (véase el asesino enmascarado sin ir más lejos). La película no obstante cabalga más hacia el thriller y el suspense, incluyendo a su vez ciertos tintes de drama, y algún que otro ramalazo próximo al giallo italiano. Es un film raro, misterioso, cuyo punto más sobresaliente y conseguido es una atmósfera inquietante, opresiva y muy malrollera, excelentemente conseguida. 

La sufrida madre de ambas, Catherine (Linda Miller)

Alice siente una extraña fascinación por lo religioso
La historia nos presenta en primer término la oposición de dos hermanas completamente diferentes. Por un lado se encuentra Karen (una debutante Brooke Shields), una niña de 10 años, dócil y encantadora que es el orgullo de su madre, Catherine (Linda Miller). Por otro, está Alice (Paula Sheppard), de 12 años, que es todo lo contrario; una niña contestona, rebelde y perversa. Alice siente una extrañísima obsesión por todo lo relacionado con la iconografía religiosa, tiene comportamientos que indican síntomas clarísimos de trastorno mental y para más inri también parece, por momentos, vivir una especie de despertar sexual un tanto precoz. Su resentimiento hacia Karen parece aumentar, cuando su hermana menor se convierte en el centro de atención de la familia, porque va a hacer su primera comunión. Pero, ese supuesto día tan feliz se convierte en una pesadilla, cuando la pobre Karen es asesinada en la iglesia. Por supuesto, Alice será la principal sospechosa, pero las dudas con respecto a su culpabilidad se harán muy notorias cuando sigan produciéndose nuevos asesinatos. La incógnita está servida, si es imposible que Alice sea la autora de estas nuevas muertes, ¿quién es el misterioso asesino?, y aunque sea otra persona el autor de estos crímenes, ¿excluye eso que Alice haya sido la asesina de su hermana?

Mandando a la pobre Karen con su creador

Puñalón al canto
A mí la verdad la película me dejó un muy buen sabor de boca. Desde mi punto de vista posee una buena trama que se desarrolla de tal manera que involucra fácilmente al espectador, haciendo gala de un buen uso del suspense y un ritmo muy ameno. Como ya he mencionado, posee la virtud de contar con una ambientación verdaderamente opresiva que logra crear intranquilidad con suma facilidad, yo siempre he sostenido que la iconografía religiosa tiene un aspecto muy siniestro y considero que esta película (en la que por ende abunda este tipo de decoración) es prueba ferviente de ello. La música también ayuda lo suyo a la hora de ebocar cierta inquietud. A la vez, las interpretaciones de los actores resultan bastante correctas, por ejemplo Linda Miller como sufrida madre añade un componente dramático muy efectivo a la hora de hacer creíble las situaciones vividas, al igual que muchos otros de los personajes, digamos, adultos del film. En el componente "infantil-juvenil" cabe destacar la presencia de la debutante Brooke Shields, quien en 1980 se convertiría en una estrella gracias a su participación en "El lago azul".

La máscara del asesino parece haber influenciado
claramente a la de "Un San Valentín de muerte"

El asesino vuelve a atacar
La intervención de Shields es mínima en esta película, ya que su personaje es asesinado a los diez minutos de película, no obstante su posterior fama fue el reclamo para intentar vender el film con la peculiaridad de que ella salía. Aunque para mí, la que se lleva la palma a nivel interpretativo es Paula Sheppard, que es el epicentro del film sin lugar a dudas. Paula Sheppard da perfectamente la talla como la desquiciada Alice, en todos los sentidos, puesto que hay que decir que la chica no era una niña precisamente, tenía en realidad 19 años cuando hizo este film, no obstante interpreta el personaje de una infante de 12; y por meras cuestiones físicas da el pego a la perfección. Sin ser una, digamos, actriz increíble la señorita Sheppard compone un personaje absolutamente frío, retorcido y provocador (constantemente recurre a acciones que presentan connotaciones sexuales un tanto grotescas), que incluso por momentos llega a dar cierta lástima; a mí la verdad es que me dejó enormemente sorprendido. Como también me sorprendió el contenido tan políticamente incorrecto que acusa el film.

El jueguecito extraño que se trae Alice con el gordo asqueroso
y pederasta de su vecino (Alphonso DeNoble), da auténtica grima

El gordo cabrón intenta abusar de Alice
"El rostro de la muerte" es de esos films pertenecientes a una época rompedora que por ende hoy no habría huevos a hacer (hablo de en general por supuesto, salvo excepciones), debido a la incorporación de insólitos elementos que ponen de manifiesto un claro ataque contra la santidad del catolicismo, u otros temas como la pederastia (¡ojito a las repulsivas escenas protagonizadas por el asqueroso vecino gordo de la propia Alice y sus enfermizo comportamiento hacia la infante -y viceversa-!), los cuales en pelis actuales seguramente conllevarían a la creación de una polémica condenatoria, debido al retroceso creativo del que la industria está siendo víctima. Amén también de la existencia de asesinatos, no excesivamente gore, pero sí un tanto violentos (aquí acusa un tanto la influencia del giallo italiano), donde no faltan sangrientos apuñalamientos gráficos por doquier. En conjunto, el resultado es un muy estimable clásico de bajo presupuesto que además, me da la sensación agradable de que se ha revalorizado con el tiempo, muy agradable, muy opresivo y sobre todo, dotado de una gran personalidad. A mí me gustó mucho, y no me extrañaría que no tarden mucho en convertirlo en víctima de un recurrido remake, eso sí, seguramente carente de las agallas y el estilo inigualable de su tiempo con el que contaba el original.

El cura ya dio su última misa

*MI MOMENTO FAVORITO: la muerte del vecino gordo (Alphonso DeNoble). Es un tipo tan asqueroso que la verdad, presenciar su asesinato a puñaladas, es un auténtico placer culpable. 

''Ya no vas a abusar de más niñas, cerdo''

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