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viernes, 30 de mayo de 2014

La bella durmiente (1959) de Clyde Geronimi



El rey Estéfano, su mujer y la pequeña Aurora
Bueno, hoy ha sido el estreno mundial de la esperada "Maléfica", esperadísima versión moderna del cuento de "La bella durmiente del bosque" protagonizada por Angelina Jolie, así que me parece propio hacerle un repasito a este entrañable clásico de animación de Walt Disney. El cuento de "La bella durmiente", como muchos otros adaptados por la factoría Disney, proviene de años inmemoriales, que se sepa, su primera versión conocida data del Nápoles de mediados del siglo XVII y por supuesto, era una historia no apta para los infantes. Principalmente porque nuestra protagonista no era despertada de su sueño maldito con un cándido besito de su príncipe azul, no no, en la versión original, el príncipe andaba más cachondo que un mono atiborrado de viagra, y aún dormida la pobre princesita, el muy canalla la ponía a cuatro patas y se la jincaba sin ningún tipo de compasión, incluso llegando a dejarla embarazada, produciéndose durante uno de estos actos violación, el repentino despertar de la joven (que originariamente se llamaba Talía). Pero bueno, a finales del mismo siglo llegó el francés Charles Perrault (el mismo autor de "La cenicienta") e hizo sus pertinentes modificaciones, al igual que posteriormente los hermanos Grimm. Las versiones de ambos acabaron configurando la historia del cuento de "La bella durmiente" que más o menos todos conocemos a grandes rasgos y que sirvió de inspiración en mayor medida a la factoría Disney para desempeñar esta adaptación animada. 

Las tres hadas buenas, Flora, Fauna y Primavera

La malvada Maléfica y su fiel amigo
Debo decir que "La bella durmiente" nunca ha sido una de mis películas de Disney favoritas. La verdad, siempre la consideré un tanto estúpida; eso sí, aunque también poseía detalles fascinantes (ahora que he visto la nueva "Maléfica" seguramente la aprecie más, porque menudo engendro se han marcado, vamos). Como todo el mundo sabrá (mayoritariamente, supongo), "La bella durmiente" nos relata el desgraciado infortunio que señala a la princesa Aurora, desde su nacimiento. Una maldición mortal cae sobre ella, cuando una malvada bruja, la propia Maléfica (sí, antes de que llegase la Jolie, Maléfica era mala), despechada al no recibir una invitación al bautizo de la pequeña, por parte de sus padres, los reyes (ya les vale, ¡oye!), la condena a sufrir un terrible destino que la tendrá para toda la eternidad roncando con un tigre, tras pincharse un dedo con el huso de una rueca, al cumplir los 16 años. ¡Tiene tela!, me pregunto qué le haría Maléfica a aquél que se atreviese a reírse de sus cuernos, o a pisarle un juanete. Total, que llegan tres hadas bonachonas y deciden llevarse a la princesa (siendo un bebé), para cobijarla en una cabaña apartada en el bosque y hacerse pasar por tres campesinas humanas normales y corrientes, para intentar criarla lejos de los muros de palacio, garantizarle un anonimato y así intentar esquivar el trágico destino. Así hacen, y cuando Aurora cumple 16 años, ¡exactamente el mismo día!, la traen al palacio de sus papis, para que ejerza su labor de princesa, para la que ha nacido. 

El chulesco de Felipe y su inseparable Sansón

Aurora soltándole la chapa a los pobres animalitos
Primera subnormalidad; si la chica estaba destinada a caer víctima del embrujo el día de su 16 cumpleaños, ¿por qué cojones devolverla al palacio ese mismo día?, ¿por qué no esperar a su cumpleaños número 17?, ¡total por esperar un año más!, así se asegurarían que la maldición no se cumpliese, porque claro, todos sabemos que se cumple, sino no tendría sentido el título. Segunda subnormalidad, en un momento determinado, a las hadas, que habían prescindido del uso de su magia para pasar inadvertidas, no se les ocurre otra cosa que ponerse a hacer truquitos mágicos para hacerle un vestido de cumpleaños a Aurora, ¡justo el día clave!, para ser descubiertas por el esbirro de su gran enemiga, un cuervo muy vivaz que acaba delatando su paradero. Hay que ser majaderas. Tercera subnormalidad; la propia Aurora. No se me ocurre un personaje Disney femenino más estúpido, atontado, simple e inútil que la propia bella durmiente, la cual, a pesar de ser la protagonista, no ocupa más que 10 minutos escasos en la pantalla, siendo eclipsada por cada uno de los personajes que la secundan, especialmente por la gran villana del film. 

''¡Pero si es mi príncipe azul!''

''Ya nos hemos visto, una vez en un sueño''
¡Qué petardos, por favor!
Y es que sí, lo reconozco yo siempre he adorado a Maléfica, la cual es el alma de la película. Su diseño diabólico, esa mala baba que la caracteriza, esa mezquina mente pensante única para la maldad y esos retorcidos conjuros con los que nos va deleitando a lo largo de la historia, creo que son dignos de admirar, eso sí, teniéndola en cuenta como lo que es, una villana (¡y qué villana más memorable!). Y sí, tengo que reconocerlo, pero siempre que he visto la película, me he puesto de parte de ella, porque es la que desmuestra ser más inteligente y avispada que el resto. Las hadas (Flora, Fauna y Primavera), son muy buenas, por supuesto, pero son un poquito retardadas, y en resumidas cuentas acaban siendo las potenciadoras de que la heroína caiga en desgracia. Aurora, ya lo he dicho es tonta, sin aspiraciones más que las de encontrar su "príncipe azul", media dos palabras en el film (además de entonar la famosa canción de la película, "Eres tú, mi príncipe azul") y más de la mitad se la dedica a dormir a pierna suelta. 

''Hija, toca ya el puñetero huso''

Luego está Felipe, el principito de las narices; vale, es un héroe valiente y audaz, pero yo en lo personal, detesto el personajillo del chulesco conquistador que se cree el más guay del barrio, por ir luciendo armadura a lomos de un caballo, la verdad no hubiese sentido que Maléfica, convertida en dragón, se hubiese zampado a Felipito o lo hubiese ensartado en una de las puntiagudas zarzas del bosque de espinos. A todo esto, cuarta subnormalidad, se supone que a Aurora la tiene que despertar un beso de amor verdadero y claro, ¿quién si no Felipe es el más indicado para tal labor, no?. Pero un momento, ¿Felipe y Aurora se enamoran?, pero ¿cómo es eso posible, si se ven dos segundos en la película? ¡Joder, eso sí que es amor fugaz! Si Felipito fuese tan rápido para todo, no sé yo si su relación llegaría a ser tan fructífera. 

Menos mal que la resurección de Aurora en la peli
 resulta más ortodoxa que la de la historia original...

Bueno, cachondeo aparte, "La bella durmiente" me parece un poco tonta, hablando claramente, pero no quiero decir que no sea un clásico Disney muy entrañable y que no me lo haya pasado bastante bien viéndola, sobre todo en mi tierna infancia. De hecho, posee momentos memorables y muchos francamente excelentes, véase: 

- Ese divertidísimo instante en el que los dos reyes, Estéfano (padre de Aurora) y Humberto (padre de Felipe) se cogen una moña de campeonato brindando por el enlace de sus hijos. 

No me quiero imaginar a estos dos en una Nochevieja

- El descojonante duelo entre Flora y Primavera por cambiar el vestido de Aurora de color, de azul a rosa. 

''Se queda rosa o te voy a...''

- Cuando Primavera convierte al cuervo, colega de Maléfica en una estatua, para que deje de dar por culo durante la escapada de Felipe del castillo de la villana.

Eso sí que es quedarse de piedra

- La inmortal irrupción de Maléfica en el bautizo de Aurora cuando le suelta su mortal maleficio. 

''Conque no se me invita, ¿eh?,... pues sus vais a enterar''
Y sobre todo...

*MI MOMENTO FAVORITO: esa intensa lucha entre Felipe y Maléfica convertida en un inmenso y fiero dragón, un momento acojonante y muy siniestro. 

Eso es mala leche y lo demás, tonterías

En resumidas cuentas, es una peliculita intemporal porque siempre te podrás pasar un buen rato con ella, tengas la edad que tenga, y que además gracias al espanto mal parido de "Maléfica", seguro que se revalorizará lo suyo, porque realmente esa espantosa nueva versión no le hace justicia, para nada. 

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