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miércoles, 7 de mayo de 2014

Matar a un ruiseñor (1962) de Robert Mulligan



El abogado Atticus Finch (Gregory Peck,
ganador del Oscar al mejor actor)
La verdad es que esperaba ver un auténtico peliculón, un gran clásico, emotivo al extremo, como siempre basándome en los comentarios de los críticos especializados que señalan incesantemente que "Matar a un ruiseñor" es una obra maestra de cagarse la pata abajo. Una vez más, me topo con un caso que me hace decirme una y otra vez más: "no hagas caso a las críticas", por lo cual podréis adivinar que me llevé una amplia desilusión. En mi opinión el hecho de que la historia esté reflejada desde el punto de vista de unos niños le quita seriedad por lo que en ningún momento se presenta tan emocionante ni tan emotiva como se señala por diversos lugares. ¿No se supone que estamos viendo un film sólido y para adultos, con una trama seria?, ¿entonces por qué infantilizarla poniendo como personajes principales a infantes?, ¡craso error!, en ningún momento logró transmitirme ese devastador drama humano que, por lo visto, se pretendía reflejar. 

Que los niños tengan tanto protagonismo me parece una lacra para la historia

En vez de "Matar a un ruiseñor" deberían haberla titulado
"Maldita  la mano que mata a un perro", aquí el "héroe" de
Atticus preparado para dispararle a un pobre can. ¡Éstos
son héroes de los que ya no quedan, afortunadamente!
Gregory Peck es un actor fantástico, uno de mis actores clásicos favoritos, pero francamente tiene interpretaciones magistrales mucho mejores que en esta película, la cual señalan como su mejor papel (de hecho, le otorgaron un Oscar al mejor actor). Ni mucho menos. Ver "Recuerda", "La barrera invisible", "Duelo al sol", "El cabo del terror" y hasta "La profecía" para ver interpretaciones más sólidas y muy superiores que la de este Atticus, tan mitificado. Se dice que es un héroe, ¿héroe?, ¿por qué? no es más que un abogado de tantos otros que defiende una causa justa y ve con impotencia como ésta no se lleva a cabo. Lo único que levanta ampollas en la historia, es que Atticus es el defensor de un hombre negro, acusado de un acto de violación contra una mujer blanca. ¿Por eso es un héroe? Atticus defiende su causa por las cuestiones que su profesión le requiere, no obra por encima de las posibilidades que la ley le ampara, no sé por qué este personaje es sinónimo de heroicidad, como tanto se señala por ahí. 

El negro (Brock Peters) sentado en el banquillo de la acusación

Un vecino ¿psicótico? (Robert Duvall)
El film no presenta una escena especialmente emotiva como ya he dicho, lo único que me hizo derramar una lágrima es esa escena tan cruel como innecesaria, en la que Atticus, mata a un perro rabioso simplemente para mostrar lo buen tirador que es su personaje. Para que luego le llamen héroe, ¡vaya un héroe!, ¡vaya defensor de los débiles!. Para colmo, los niños sin duda me parecen el peor elemento de la película y la intriga de un supuesto vecino psicótico (interpretado por un principiante Robert Duvall), que no resulta tal cosa al final, delatándose éste como un auténtico héroe, de verdad, está tan cogida por los pelos que no resulta interesante. Destaco la parte del juicio contra el hombre negro, que es lo que, a grandes rasgos, más me gustó y me interesó y la espectacular y preciosa banda sonora. Por lo demás, un film inmerecidamente llevado a lo más alto cinematográficamente hablando como muchos otros afincados en el amplio universo de lo sobrevalorado. Hay películas infinitamente mejores que no son tan mitificadas, pero eso queda a elección de cada uno.

Atticus argumentando en el tribunal

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