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lunes, 12 de mayo de 2014

Metrópolis (1927) de Fritz Lang



La futurista ciudad de Metrópolis
Durante años y años, "Metrópolis" ha sido venerada como una magna obra maestra de la cinematografía, y la verdad, méritos no le faltan para agenciarse tal término. Este film de Fritz Lang, se convirtió en uno de los estandartes más importantes del expresionismo alemán y a su vez en toda una película de culto dentro del terreno de la ciencia ficción. Y la verdad, "Metrópolis" desde el punto de vista visual es algo magistral, precioso, verdaderamente increíble, más si tenemos en cuenta el año de su producción y repasamos a lo largo de la Historia, las múltiples referencias que generó, no sólo en lo cinematográficamente hablando, su estética también ha influenciado en el trabajo de varios artistas (por ejemplo, cantantes, que se han inspirado mucho en la iconografía de esta película para la creación de fotografías promocionales de sus discos o de sus propios videoclips). Hay que decir que la original "Metrópolis" era un largometraje de dos horas y media (no nos engañemos, seguro que debería de ser un ladrillo que aburriría hasta a las piedras), así que el film fue siendo editado, sobre todo de cara a su distribución internacional, restándole minutaje, prevaleciendo, si no me equivoco, un montaje de aproximadamente 1 hora y 50 minutos, que fue el que fue llegando al público mayoritario. 

La clase obrera explotada a trabajar

Durante muchísimos años, la película original se consideró perdida (como muchos otros films del período del cine mudo), hasta que en 2008 se halló en Argentina un rollo con el metraje íntegro, que vio la luz de nuevo en 2010, y cuya versión a día de hoy es accesible para cualquier interesado. Siendo francos, no siento ningún interés especial por ver la pieza original, porque la "Metrópolis" que conservo en mi memoria, con cierta nostalgia, es una versión estrenada en 1984 que el compositor Giorgio Moroder (responsable de bandas sonoras de películas tan populares como "El expreso de medianoche", "Flashdance", "Scarface (el precio del poder)" o "Top Gun"), se encargó de restaurar y musicalizar. 

La clase acomodada pasa el tiempo de ocio (¿de qué me suena eso?)

El fundador de Metrópolis, Fredersen (Alfred
Abel) y su hijo Freder (Gustav Fröhlich)
A pesar de que los críticos y los más acérrimos al proyecto original de Lang, pusieron el grito en el cielo ante tal trabajo, lo que ellos consideraron algo cercano a una aberración, hay que decir que esta versión de 1984, sin lugar a dudas, desde mi punto de vista, es una pieza muchísimo mas llevadera que propició que nuevas generaciones degustasen el film y que incluso llegasen a disfrutarlo en su justa medida. Vi esta versión en un VHS, por mera casualidad (y curiosidad cinematográfica) hace unos cuantos años y ¡joder!, creo que resultó un impecable trabajo de restauración que (en base a fragmentos que he visionado del film original de 1927), me atrevería a decir que incluso mejora la pieza clásica tal cual fue preconcebida en su momento. Los cambios que pueden presenciarse son múltiples. El más notorio es el proceso de coloración al que sometieron el negativo, aportando llamativos tonos rojizos, azulados, verdosos, a la fotografía del film (algo que el propio Lang había manifestado querer hacer, aunque no llegó a desempeñarlo), que la hacen más atractiva y visualmente muy llamativa (indudablemente le añaden un tono más moderno que en su momento, hablo de 1984, debió de ser lo más). 

La bondadosa María (Brigitte Helm) siempre hablando de paz y amor

El mad doctor, Rotwang
(Rudolf Klein-Rogge)
Otro de los cambios más notorios, es la eliminación de un montón de carteles (de los diálogos y explicaciones del narrador), que son directamente insertados a modo de subtítulos en las propias imágenes. La más notoria de las nuevas aportaciones a la obra, es la aceleración de la acción, lo cual le aporta un ritmo más dinámico que además va más en conjunto con la nueva banda sonora acoplada. Debido a este proceso, la película (aún siendo la misma) se ve reducida en duración, llegando a durar 80 minutos (algo que se agradece en el alma, ¿qué queréis que os diga?, lo bueno si breve,...). Y por supuesto, lo más fascinante, modernos efectos sonoros y una cojonuda nueva banda sonora aplicada al film, repleta de temazos ochenteros, interpretados por Pat Benatar, Bonnie Tyler o Freddie Mercury (mi favorito es de éste último, "Love Kills"). 

Rotwang enseña a Fredersen su creación, un androide con forma humana

Freder vive en sus carnes el sufrimiento del obrero
Pues bueno, así fue como yo vi "Metrópolis" y ciertamente me pareció una experiencia bastante grata, como siempre digo, pasando por alto el para mí, difícil trago de enfrentarme al visionado de una película muda. Yo desde luego soy bastante devoto de que las obras de arte deban mantenerse tal y cual su autor principal las ideó, sin alteraciones, no obstante debo arrodillarme ante este trabajazo tan currado del señor Moroder, que sí, para mí le aporta un alto grado de vivacidad a la película clásica, que lógicamente ésta, por la época en la que se realizó, no poseía. En resumidas cuentas es una forma distinta de deleitarse de una película imperecedera y si digo esto, es en base a que me parece increíble (por un lado) y aterrador (por otro), lo muy a la orden del día que se encuentran en nuestro tiempo, los planteamientos que el argumento de "Metrópolis" presentaba, en clave de ciencia ficción. 

Freder y María se enamoran

María sometida a un experimento
Es inquietante presenciar como allá por 1927, representaron una urbe futurista sometida por una tiranía opresiva (reflejo de la sociedad en la que vivimos), como un relato imaginario y como con el pasar de los años, semejantes situaciones se hayan trasladado de manera tajante al mundo real (la propia Alemania no tardaría en tener su propia "Metrópolis" con la llegada al poder de Hitler, incluso se comenta que Goebbles, tomó cierta inspiración de esta película para desempeñar sus campañas propagandísticas). A día de hoy en 2014, "Metrópolis" (pasando por alto las cuestiones técnicas), puede verse con un film asombrosamente intemporal, porque paradójicamente, presenta una situación, desgraciadamente, no muy distante a la que seguimos estando sometidos, ¡algo muy triste! Por ello creo que la película ha conseguido seguir instaurada como un clásico tan a tener en cuenta, aparte por supuesto, de lo adelantada y original que fue a la hora de plasmar un universo futurista, del que se han empapado prácticamente todos los realizadores que han abordado la ciencia ficción. 

Increíbles decorados, creadores de múltiples referencias en el cine futurista

Desde mi punto de vista, recomendaría a todo aquel interesado en ojearla (y creo que evidentemente su visionado es algo obligatorio para todo cinéfilo, porque es algo clave en la Historia), y que le cueste visionar cine mudo (como a mí), que intente hacerse con la versión retocada por Giorgio Moroder en 1984 (no hace falta que os diga donde puede ser localizable); porque sí que es innegable que tragarse la pieza original de dos horas y media, por muy impresionante visualmente que sea y por muy fresco que se siga conservando su mensaje, puede ser mazo aburrido. ¡No nos engañemos! Afortunadamente, yo puedo dar gracias por haberme topado desde un principio, con la versión ochentera y por ello, la mantengo en una indudable estima. 

El sensual bailecito de una robotizada María

*MI MOMENTO FAVORITO: esa impresionante escena en la que el androide con forma humana es transformado, mediante un experimento, en María (Brigitte Helm).

El nacimiento del primer robot de la Historia

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