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viernes, 20 de junio de 2014

La ley de la calle (1983) de Francis Ford Coppola



Rusty James (un jovencito Matt Dillon)
Allá por 1983, Coppola, ya siendo un directorazo de prestigio gracias principalmente a "El padrino" y "Apocalipsis Now", se decidió a hacer dos adaptaciones cinematográficas de dos populares novelas de la escritora Susan E. Hinton, "Rebeldes" y ésta que nos ocupa. Ambos films parten de una base argumental similar, retratando las vidas y desgracias de unos personajes pandilleros que habitan las calles (al estilo "Rebelde sin causa" o "West Side Story"), sus berrinches, sus peleas entre miembros de otras pandillas, etc. No obstante habiendo visionado ambas películas, debo decir que Coppola compuso dos obras la mar de diferentes, una para bien y otra para mal no, sino para peor. Hace muchos años (tendría yo 9 ó 10) vi "Rebeldes" y la verdad, fue una película que me cautivó, me pareció preciosa y muy emotiva. 

Rusty todo chulo, con la pandi, buscando camorra

Rusty camelándose a Patty (una jovencita Diane Lane)
No fue hasta pasado un tiempo, cuando logré visionar "La ley de la calle", la cual me llamaba muchísimo la atención, porque francamente esperaba encontrarme algo similar a "Rebeldes". Bueno, pues mi decepción fue soberana. No había pasado ni media hora de metraje, cuando ya había comenzado a aburrirme y es que, como ya he dicho, a pesar de las similitudes, a priori, argumentales que ambos films de Coppola guardan (la primera además que parten de la obra de una misma escritora), "La ley de la calle" dista enormemente en fondo de tener un mínimo de las virtudes que brillan en "Rebeldes". No se puede negar que visualmente es muy atractiva. Coppola rodó esta película en un elegante blanco y negro, con algún inserto en color (una técnica fotográfica magnífica, de la que posteriormente por ejemplo Spielberg haría uso en "La lista de Schindler"), como recurso para justificar la curiosa visión de uno de los personajes que es daltónico, o que sufre de alguna distorsión cromática. Hay que destacar, por supuesto, al reparto y es que tanto "La ley de la calle" como "Rebeldes" supusieron el lanzamiento a la fama de un buen porrón de jóvenes caras que más adelante se convertirían en reputados actores. 

Rusy con el creído de su hermano (Mickey Rourke)

Aquí el enchufado sobrinito de Coppola, Nicolas Cage
En este caso podemos ver a unos jovencísimos Matt Dillon (con diferencia, lo mejor de la película), Mickey Rourke, Nicholas Cage (como enchufado por ser el sobrinito del director), Laurence Fishburne o Diane Lane (algunos incluso también estarían presentes en el casting de "Rebeldes"). Lo malo que tiene la película es que la historia está pésimamente contada. El guión es atroz, y es lamentable decirlo porque la misma autora de la novela original participó en él, pero es que es la verdad. Los personajes están desdibujados, en ningún momento uno puede conectar con ellos, parecen autómatas sin sentimientos realizando acciones incoherentes para rellenar minutaje en la película. No hablemos de los diálogos, que si me dicen que los ha escrito un mono, le encontraría mucho más sentido. El film va divagando en una serie de situaciones carentes de interés, de acción, de intensidad, de drama. En fin, que "La ley de la calle" es una película vacía absolutamente. 

Pececitos de colores

El brillante dramatismo que Coppola supo exponer en "Rebeldes" aquí no se ve por ninguna parte; y no vayamos con la puta chorrada esa de que "Rebeldes" era un film más comercial (que bueno, lo es) y éste más intimista, que es el argumento que suelen utilizar los intelectualoides para justificar chorradas cometidas por el director de culto de turno, para disfrazar sus soberanas cagadas.Ya lo digo, lo único que me gustó fue Matt Dillon, al que considero un gran actor injustamente infravalorado, pero el resto me parece insultante; bueno  a Nicolas Cage dan ganas de zurrarle a ver si quita ese careto de memo y ofrece algún rasgo de expresividad, en cuando al gafudo tocapelotas (que ahora mismo no recuerdo su nombre, pero los que habéis visto la película ya sabéis a quien me refiero) ya ni qué decir, ¡qué infumable el tío!

Conversaciones profundas entre hermanos

En definitiva, por lo que veo en cuestión de críticas que se han vertido a favor de esta película, "La ley de la calle" es un bodrio sobrevaloradísimo, típica peliculilla defendida por culturetas por pertenecer a la filmografía de quien pertenece, pero que no deja de ser un pestiño inaguantable, aburridísimo, con una historia ilógica y atroz. Cuatro efectillos fotográficos no justifican su catalogación como obra de culto. Ni siquiera se convirtió en algo representativo en su época, pues justamente fue un enorme fracaso de taquilla; algo normal viendo el engendro presente. 

Con la motito a Mickey Rourke no lo tose ni el Tato

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