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martes, 29 de julio de 2014

Verano del 42 (1971) de Robert Mulligan



El prota, Hermie (Gary Grimes)
"Verano del 42" es una película francamente bonita, de esas que te vienen a la cabeza y te dices a ti mismo: ''¡joder, qué bonita!''. Y no es que precisamente sea un film excelente, ni maravilloso, ni digno de encumbrar como una gran joya, pero no sé, tiene algo, es emotiva, es nostálgica y con casi toda seguridad a muchos (como a mí) les dejará sus sentimientos a flor de piel, como suele decirse. Está dirigida por Robert Mulligan, el prestigioso realizador de la sobrevaloradísima "Matar a un ruiseñor", y nos cuenta las peripecias vividas por un jovencito llamado Hermie (Gary Grimes), durante sus vacaciones de verano (en el año 42) en una islita de Nueva Inglaterra, junto a sus inseparables amigos Benji (Oliver Conant) y Oscy (Jerry Houser). Los tres son adolescentes y claro, andan más salidos que el pico de una plancha, así que durante el metraje iremos siendo testigos de sus primeros escarceos con ese complejo asunto que resultan los primeros escarceos sexuales.

Hermie y sus colegas hablando de lo que más les interesa, el sexo

La preciosa madurita, Dorothy (Jennifer O'Neill)
Pero, resulta que Hermie se queda prendado de una mujer madura (¿y quién no?), la arrebatadora Dorothy (la preciosa Jennifer O'Neill), la cual tiene a su marido combatiendo en la Segunda Guerra Mundial. La tensión sexual irá en aumento hasta llegar a un clímax final verdaderamente precioso y muy tierno, en el que esta especie de relación adolescente-mujer adulta, se consolidará. La película está basada, según sus propias palabras, en las experiencias reales del guionista, Herman Raucher, de cuando era adolescente, retratando al protagonista desde un punto de vista personal y propio (ya no sabemos hasta qué punto metió realidad o ficción en la historia). Como ya he dicho, "Verano del 42" no es especialmente una película arrolladora en ningún campo (bueno, a excepción de la banda sonora), su historia es simple, su realización es funcional y efectiva sin más, las interpretaciones son correctas y por lo general es amena y entretenida, pero vamos que no pasa de ser un mero vehículo de consumo rápido. 

Buscando un rollito

¡Cuánto tonteo entre Hermie y Dorothy!
No obstante a pesar de esto, su emotividad sí que hace que sea un film bastante entrañable, a mí me cautivó de lleno una tarde mientras la emitían en el canal TCM, no me esperaba mucho de ella a priori, pero me terminó encantando. No es en sí un drama, pero posee momentos en los que fácilmente te pueden hacer derramar alguna lagrimilla, así mismo tampoco es una comedia, pero alguna escena te hará soltar alguna risita fácilmente (véase la de la farmacia y los preservativos); de lo que sí se trata es de un film con mucha personalidad y con el que fácilmente podemos conectar, al fin y al cabo, muchas de las vivencias de los protagonistas perfectamente pueden seguir siendo aplicables a múltiples aspectos de la vida actual (a pesar del paso del tiempo) y es que la adolescencia (visto lo visto) poco varía, en líneas generales aunque pasen siglos, por mucho whatsapp o smartphones que haya, el perfil de un adolescente se rige por una serie de conceptos universales inamovibles, por ello creo que "Verano del 42" puede resultar en múltiples momentos, absolutamente intemporal (en otros lógicamente no). 

Miraditas inocentonas

Romanticismo a flor de piel
En resumidas cuentas, es una película muy recomendable, ya he dicho en otras reseñas que además, aportó sus influencias para la creación de un tipo de películas protagonizadas por adolescentes, que acabarían desembocando en comedias gamberras juveniles, véase las claras referencias que de ella tomaron pelis como "American Graffiti" o "Polo de limón", un largo etcétera (aunque lógicamente el tono de la película era radicalmente distinto; más intimista, más serio). Lo que sí que me gustaría destacar es esa preciosa BANDA SONORA de Michael Legrand, merecidamente premiada con un Oscar; la banda sonora es preciosa e increíble no, lo siguiente, todo un regalo para los oídos, los que no seáis capaces de reconocerla, en serio, os incito a pinchar en el enlace y escucharla, ¡ya veréis qué maravilla! Pues bueno, a mí me gustó mucho, su ternura y delicadeza la hace ideal para ex-adolescentes nostálgicos.

Recuerdos nostálgicos

*MI MOMENTO FAVORITO: cuando el prota, Hermie (Gary Grimes) suda la gota gorda para pedir unos preservativos a un tendero. Es una escena bastante divertida.

- ''¿Sabes para qué se usa esto?''
- ''Claro, se llenan de agua y se tiran desde el tejado''

lunes, 28 de julio de 2014

La noche de los muertos vivientes 2 (1972) de Bob Clark



Costaría decidir cuál de éstos es más imbécil
Parece mentira que el mismo autor de joyitas del género de terror como "Crimen en la noche" y "Navidades negras", lo haya sido también de esta insufrible mierda. Y es que esta suprema porquería fue el debut en la dirección de Bob Clark, acreditado en esta ocasión como Benjamin Clark, quien con muy pocos medios y un grupito de colegas (su inseparable Alan Ormsby, guionista de profesión, aquí haciendo pésimas labores actorales) nos "regaló" esta apología de la cutrez y la caspa más inmunda, un film malísimo ya desde su inicio y del que nada puede ser destacable (para bien me refiero). Mencionar que a esta "Niños, no jueguen con cosas muertas" (que vendría a ser la traducción de su título original), con todo el morro y una labor explotativa vergonzosa, en España se le colocó para su distribución, el título de "La noche de los muertos vivientes 2", para emparentarla con la magna obra de George A. Romero, y aprovecharse de su tirón comercial, con la que nada de relación guarda, obviamente. 

Haciendo el moñas con un muerto

Y siguen haciendo el moñas con el muerto...
La película es un cagarro aburridísimo, cuenta como un grupito de actores de tres al cuarto (todos unos hippies harapientos y subnormales), llegan hasta una isla retirada para filmar no sé qué hostias. Total, que el líder de todos ellos (Alan Ormsby, menos mal que no volvió a actuar nunca más en su vida, demostró desenvolverse mejor en el terreno de la guionización -de él es obra la posterior obra de Clark, "Crimen en la noche") decide gastarles una broma muy macabra y comienza a hacer el canelo con un cadáver desenterrado, luego mediante un ritual de magia negra o no sé qué pollas, hará que los muertos del lugar resuciten y que decidan darse un festín con todo el que pillen. En sí yo no sabría bien cómo definir este mojón, si como una sátira, una parodia de las películas de zombies, una tomadura de pelo o el resultado de una noche de drogas y alcohol. 


...y así durante ¡setenta minutos! (eso no hay cuerpo normal que lo resista)

Al final los muertos se levantan...
Es verdaderamente inclasificable, pero en el mal sentido. Los primeros setenta minutos (sí, sí, ¡setenta minutos!, de los ochenta y poco que dura) son el mayor de los despropósitos; no haremos más que ver a los imbéciles de los protagonistas haciendo el canelo, sin que ocurra nada interesante. Al final, ya en el último cuarto de hora (cuando seguramente ya estamos hasta los cojones de aguantar este coñazo), es cuando salen cuatro zombies, con unos maquillajes de pena (y no vale achacarlos a la época o su bajo coste, mismamente "La noche de los muertos vivientes", había deslumbrado anteriormente, con un trabajo impecable y no precisamente con unos medios superiores), y se dan un festín de carne humana (ahí asomará tímidamente algún ramalazo gore, pero nada del otro mundo). En conclusión, a mí francamente me parece un insulto al género, una auténtica porquería que inmerecidamente se ha ganado un cierto estatus de culto (probablemente por el nombre de su autor y su repercusión posterior, porque sino no me lo explico), una mierda tan intragable que se merece todos los descalificativos que se le quieran achacar. En serio, creo que es una de las peores basuras que he tenido la desgracia de ver en mi vida, porque encima es que aparte de ser un engendro (hablando de sus desvirtudes técnicas), no vale ni para pasar un buen rato. ¡Abominable!

...y se les abre el apetito, ¡claro!

domingo, 27 de julio de 2014

Crimen en la noche (1972) de Bob Clark



El joven Andy (Richard Backus) recién llegado de Vietnam
En 1972 todavía la guerra de Vietnam mantenía divididas las conciencias humanas, brutales actos de barbarie comenzaron a ser emitidos a través de los televisores de medio mundo, retratando la visceralidad de un conflicto bélico que, como todos y cada uno de ellos, resulta espeluznante. No cabe duda que la guerra de Vietnam fue un acontecimiento que modificó, los estados de vida de una gran parte de la población (especialmente la norteamericana) y por supuesto también aportó dichas modificaciones en el Arte, y como no podía ser de otra manera, en el cine. "Crimen en la noche" es un film de culto, injustamente bastante olvidado, que representó de manera brillante y metafórica el desquebrajamiento de esa sociedad a raíz de las dramáticas consecuencias de la guerra. Bob Clark, quien sería el artífice de la posterior y popular saga de "Porky's", desarrolló una película clave para el género de terror, aportando sendos granitos de arena a un tipo de cine del género que confluiría su máximo apogeo durante los ochenta, tomando sendas referencias de un clásico anterior tan magnánimo como "La noche de los muertos vivientes", la cual fue concebida, como bien señaló su director George A. Romero, como una crítica (a través de la imagen de los zombies) a la propia guerra del Vietnam (que aportaba muertos en vida). 

Misteriosas muertes comienzan a suceder desde el regreso de Andy

Los padres de Andy notan algo raro en él
Norteamérica se llenó de "zombies" en aquella época, personas deshumanizadas que volvían con las mentes destrozadas del campo de batalla, gentes a las que no se les reconoció mérito ninguno y que entregaron su rigor a una causa absurda, pagando un caro precio por ello, su vitalidad. Dicha premisa le sirvió a Alan Ormsby, habitual colaborador de Bob Clark, para crear un guión en la que un joven norteamericano, Andy (Richard Backus), regresa de combatir en la guerra de Vietnam, para gran consuelo y alegría de sus familiares que celebran su vuelta con entusiasmo. Pero la felicidad sólo es pura fachada, el chaval es una especie de zombie-vampiro, ¡algo curioso!, ¿verdad? Pero no es un zombie en el amplio sentido de la palabra, el chico tiene un aspecto saludable, se asea, va bien peinado, en fin que es muy muerto viviente muy cool; pero carece de alma y de esto no tardan en ser conscientes sus progenitores. 

¡Cuidado chaval, que te estás descomponiendo!

El padre (John Marley) saca las armas
Lo peor del asunto es que según avanza la película, iremos viendo como el chico va sufriendo un incómodo proceso de descomposición, lo que conlleva a que su rostro se vaya convirtiendo poco a poco en un amasijo de carne descompuesta. Para retrasar dicho proceso, deberá ingerir cantidades de sangre de personas vivas. No se puede negar que "Crimen en la noche" parte de una premisa muy llamativa y muy original, posee un guión que combina a la perfección elementos aterradores con puro drama, y es que en resumidas cuentas no dejaremos de sentir cierta lástima por el desgraciado protagonista, envuelto en una circunstancia muy jodida sin comerlo ni beberlo. A destacar que este film supuso el debut del gran Dios de los maquillajes grotescos, Tom Savini, que ya dejó muy claro que manejaba el látex como nadie para confeccionar repulsivos efectos la mar de creativos. Sin más ni más, "Crimen en la noche" se tiene merecido su catalogación de clásico de culto, lamentablemente no ha sido amparada por la fama que se merecía, pero no por ello deja de ser una pieza súper recomendable que delataba que Bob Clark se desenvolvía a la perfección dentro del género, cosa que corroboró con la magna "Navidades negras".
 
La cara más siniestra de Andy

*MI MOMENTO FAVORITO: ése en el que nos muestran lo muy peligroso que puede resultar ir a un autocine con un zombie, por muy colega tuyo que sea. 

''Tronco, ¿me pasas las palomitas o te muerdo una oreja?''

Desmadre en la universidad (1979) de Ken Wiederhorn



John DiSanti, un doble de John Belushi más zafio
Una autética rareza del género de comedia adolescente picantona, zafia, obscena y repulsiva como ella sola. "Desmadre en la universidad" (su título en castellano potenció aún más su carácter explotativo), es ni más ni menos que una copia encubierta de la exitosa "Desmadre a la americana", eso sí, más barata, más cutre y más guarra (iba un poco marcando el estilo de lo que no tardaría mucho en despuntar con la saga de "Porky's"). Lo que nos encontramos básicamente, es el mismo esquema que caracteriza a este tipo de producciones; una fraternidad universitaria de pijos y estirados enfrentada a otra de zafios y groseros a más no poder, anarquía, chistes verdes, culos, tetas y hasta escatología por doquier, hasta se aprecia un momento en el que el prota John DiSanti (un clon de John Belushi, pero más insoportable; es el mismo actor que haría de psicópata asesino en "Los ojos de un extraño") participa en un concurso de pedos; que consiste en tirarse la flatulencia más sonora y apestosa sin, bueno, sin cagarse encima. 

De paseo por el campus

Preparándose para el concurso de pedos (cosa fina, vamos)
Dicha escena resume bastante certeramente el espíritu cochino de la cinta y su humor de "caca, culo, pedo, pis" tan pronunciado. Básicamente lo que se propusieron era desfasar la peli de John Landis, y crear un clon de la misma acentuando su macarrismo, pero llevándolo a unos límites de obscenidad alarmantes. "Desmadre en la universidad" no es una película fácil de localizar, de hecho creo que no ha sido ni tan siquiera editada en DVD y que el único método para lograr conseguirla es tirar de eMule o algún gestor de descargas similar, para descargarse algún ripeo directo de alguna prehistórica copia de VHS o Beta que pulule por ahí. Eso sí, yo únicamente se la recomendaría a devoradores de cualquier rareza retro (como yo) o a devotos fans enfermizos de este tipo de comedias adolescentes alocadas y descerebradas, porque sinceramente el film es una mierdecilla sin mucho atractivo, más que el mero hecho de haberse quedado instaurada como una rareza más del cine casposillo de antes, ése que afortunadamente día tras día parece cosechar mayor número de admiradores. En lo personal, me quedo mil veces antes con la original "Desmadre a la americana" y sobre todo con los "Porky's", porque supieron ser irreverentes y anárquicas sin ser tan asquerosas (que todos los estómagos tienen un límite).

¡Que no falten las peras!

viernes, 25 de julio de 2014

Porky's 3, la venganza (1985) de James Komack



Pee Wee (Dan Monahan) tan pardillo como siempre
Y aquí tenemos la tercera parte de la divertidísima saga de "Porky's" creada por Bob Clark. En esta ocasión, el propio Clark se desentendió del asunto (igual por los irregulares resultados de su segunda parte de cara a la taquilla en comparación con la astronómica recaudación de la original), y cedió sus personajes a otras manos que maquinaron esta continuación. Debo decir que, a pesar de este detalle, este tercer episodio de las andanzas del panoli de Pee Wee (Dan Monahan) y sus salidorros colegas, me gustó bastante más que la segunda película (la cual, la considero la más floja). En primer lugar porque supieron reincorporar el humor más macarra de la original (un tanto contenido en la peli anterior), los chistes zafios vuelven a plagar la pantalla y ese toque de seriedad impuesto en la secuela anterior, se difumina y el cachondeo puro y duro lo inunda todo; grato acierto. 

Con estos chicos, el desmadre nunca cesa

La sueca Inga (Kimberly Evenson) a punto de enseñárnoslo todo
En segundo lugar, lo mejor de todo, recuperan al personaje que da título a la franquicia, Porky (Chuck Mitchell), estupidamente omitido en la segunda parte, el cual volverá a tener un nuevo encontronazo con los chavalucos que en el primer film, le hundieron (literalmente) su negocio (el famoso puticlub con los cerditos de neón), en lo personal la verdad, me moló que se volviese a contar con dicho personaje, esto vuelve a ser "Porky's" en toda su dimensión. Por lo demás, seguiremos topándonos con nuevas aventuras descacharrantes de los mismos personajes protagonistas, las putadas a la severa Ballbricker (Nancy Parsons) -de la cual incluso veremos su lado más sensible, tierno y hasta sensual-, gamberrismo, sexualidad, erotismo picantón (se incluye la prescencia de Inga, una sueca que está como un tren y que como, no podía ser de otra manera, mostrará sin ningún pudor sus glándulas mamarias en más de una ocasión), y sobre todo mucha diversión y entretenimiento. 

Los chavales de nuevo cara a cara con Porky (Chuck Mitchell)

Esto es porno
Sí es verdad que tenemos dos bajas, en lo referido al reparto original, pues no se mantuvieron los personajes de Mickey (Roger Wilson) y de Tim (Cyril O'Reilly), por lo tanto choca un poco el ver que la panda, en esta ocasión, se quedó incompleta; pero bueno, no es un detalle que lastre demasiado a la película. Como ya he dicho, el hecho de que regrese Porky, ya es motivo suficiente para que el film sea más destacable que su antecesora, aunque eso sí, no llega al nivel de la original -eso es lógico-. El film no hizo mala taquilla, pues habiendo costado 9 millones de dólares recaudó más de 20 millones sólo en Estados Unidos, pero se notaba que había perdido bastante fuelle, por lo que supuso la clausura definitiva de la tan mítica saga, ¿para bien o para mal?, nunca lo sabremos, habrá que conformarse con lo que resultó, lo cual es la mar de efectivo para pasar un gran rato y despreocuparse de todo. 
 
¿Quieres a la hija de Porky en la salud y en la enfermedad...?

*MI MOMENTO FAVORITO: el desternillante y fortuito encuentro sexual entre Tommy (Wyatt Knight) y la estirada Ballbricker (Nancy Parsons), para mí uno de los momentos más divertidos de la saga.
 
''Huy, ha sido una confusión''

jueves, 24 de julio de 2014

Un amor de verano (1982) de Randal Kleiser



Parejita norteamericana (Peter Gallagher y Daryl Hannah)
en busca de vicio por las islas griegas
Esta película también podría haberse llamado, perfectamente, "Ménage à trois en las islas griegas", lo cual además supone un perfecto resumen de su trama. "Un amor de verano" va de eso, una parejita -la preciosa y escultural Daryl Hannah (la futura sirenita de "1, 2, 3,... Splash" y el buenorrillo de Peter Gallagher (los que veíais la serie de "The O.C." seguro que lo reconocéis)- que se va de vacaciones a una islita griega, conocen a una arqueóloga francesa (la fallecida Valérie Quennessen) y se montan un trío. ¡Hala, viva la Pepa! Ni más ni menos, se acabó la historia. A ver, no os vayáis a pensar que la película es guarridonga del tipo "Emmanuelle" o algo por el estilo (si Joe D'Amato hubiese pillado esta historia, lo que habría surgido de ahí), que aunque hay muchos desnudos (tanto femeninos como masculinos), y mucha sensualidad y picantonismo, lo que se dice sexualidad más o menos explícita, brilla por su ausencia. El film está inundado de un aire de deshinibismo absoluto, transmitido por sus personajes, vivarachos muchachos que se ven presas de ese aire de libertad que les ofrece el precioso paraíso en el que han decidido pasar sus vacaciones. 

La tercera en discordia, la francesa Lina (Valérie Quennessen)
R.I.P. (1957 - 1989)

''Jo, quisiera convencer a mi novia
de hacer un trío, pero igual se enfada"
He leído por ahí, quien ha comparado esta película con la de "Vicky, Cristina, Barcelona" de Woody Allen, y no había caído yo en la cuenta, pero tiene razón el avispado que ha mencionado tal paralelismo, porque la verdad tienen bastantes puntos en común, sólo que la de Allen se ambienta en la ciudad de Barcelona (en su gran mayoría), y ésta en Grecia, y que este film está muchísimo mejor rodado y presenta una puesta en escena mucho más espectacular, por mucho Allen que haya dirigido la otra. Y es que el film se apoya principalmente en dos atractivos fundamentales; uno, su prodigiosa fotografía y puesta en escena, los escenarios naturales mediterráneos son una pasada, y te transmite muy bien la sensación (y la envidia) de sentirte dentro de ese magno ambiente de frescor. Y dos, lo más destacable de la película, es su magnífica, apoteósica y excelente banda sonora, repleta de temazos ochenteros que son, bueno, no tengo palabras. 
 
''¡Qué va churri!, la idea del trío me parece estupenda''

¡Qué contento el picha brava después de haber mojado con las dos!
Canciones como "YOUR LOVE" o "I'M SO EXCITED" transportarán a todo nostálgico de los ochenta a pleno corazón de esa década tan maravillosa. Eso sí, para de contar, porque en lo personal argumentalmente la película me parece una mierda, es insufriblemente vacía e insustancial. Es de esas pelis que no te dicen nada, los personajes no sufren ningún tipo de evolución y en resumidas cuentas no ocurre nada interesante. Erotismo (light), sensualidad, culitos por aquí, tetitas por allí, sol, playa y para de contar. Como curiosidad, su director fue Randal Kleiser que venía de rodar dos pelotazos a día de hoy históricos como lo son "Grease" y "El lago azul". En fin, una curiosidad ochentera muy veraniega, sólo destacable por poseer una magna banda sonora que hará las delicias de empedernidos amantes de la época; de no ser por este detalle, probablemente, ni se recordaría su existencia.

Y después fiestuqui en la playuca

miércoles, 23 de julio de 2014

Universidad salpicada (1984) de Richard W. Haines



Pasaba por ahí y la asesinaron
Dentro del amplio número de productos que ofreció el slasher ochentero, casi con toda seguridad éste represente lo peorcito. "Universidad salpicada" es un bodrio amparado por la productora Troma, en el que si bien se presenta el típico esquema típico de cualquier otro slasher de la década, prácticamente nada funciona en él. La película va, pues de lo habitual, un loco se fuga de un manicomio tras matar a un enfermero, llega a un campus universitario y haciéndose pasar por un cura, se va cargando a jovencitas calenturientas (sí, una cosa muy curiosa es que el asesino sólo despacha a miembros del sexo femenino; no mata a nadie con miembro viril, ¡qué misógino!). La verdad es que no se puede decir nada bueno de esta película, es mala, mala, pero mala. 

Por ahí se ha dejado caer otra víctima

¡Por favor, esto tiene que ser una coña!
Los actores son una puta mierda, la ambientación horrorosa, la realización en general es criminal y ya no hablemos de su historia; es ridícula en todas sus dimensiones. Es de esas mierdas tan grandes que seguramente, las "brillantes" mentes pensantes que la llevaron a cabo, la ven hoy en día y deben agachar la cabeza de vergüenza al ver el engendro tan miserable y patético que llegaron a parir. El único detalle que me parece curioso mencionar y es además, el motivo porque supe de su existencia, es que esta película es mencionada por el entrañable personaje de Randy en "Scream 2", en la escena en la conversa con Ghostface a través del movil, poco antes de que lo despachen. Por lo demás, una cagada infecta tan grande y tan apestosa que grato favor nos haría desapareciendo de la faz de la Tierra.

¡Eso, tú abre bien la boquita ceporra!