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martes, 8 de julio de 2014

Muertos y enterrados (1981) de Gary Sherman



Así se recibe a los forasteros en este pueblo
Toda una entrañable rareza ochentera, un clasicazo de serie B de los buenos, en la que merece la pena señalar múltiples curiosidades y características muy peculiares. El film fue estrenado con el atractivo slogan de que era obra de los creadores de "Alien, el 8º pasajero" y en cierto sentido no metieron una fula tan descabellada, pues en el guión colaboró Dan O'Bannon, el mismo que había escrito el libreto de la famosísima peli de Ridley Scott. "Muertos y enterrados" es una película, como ya he dicho, muy rara, a la par de original y verdaderamente curiosa. Su argumento, la verdad, es difícil de explicar, incluso viendo el film a uno le puede costar bastante pillarle el tranquillo (si es que realmente hace falta pillárselo, lo cual tampoco es imprescindible para disfrutar de su visionado). El film se desarrolla en un pequeño pueblecito costero, en el que sus habitantes forman una especie de violenta secta que se dedica a asesinar a todo incrédulo forastero que tiene el infortunio de pasar por allí. 

Morir en este pueblo, es muy pero que muy fácil

Esta joven (Lisa Blount) parece muy inocente...
No sólo se contentan con matarlos mediante crueles métodos, también filman los crímenes, en plan películas snuff, algo verdaderamente grotesco. Pero aquí no acaba la cosa, resulta que los cadáveres posteriormente son resucitados por un médico forense del pueblo (Jack Albertson), después de que les aplique unas peculiares técnicas de embalsamamiento. La cuestión es que una vez vueltos a la vida, estos zombies adquieren la personalidad de unos habitantes más del pueblo y se convierten en posteriores asesinos de más forasteros. A todo esto, el sheriff del pueblo (James Farentino) empezará a investigar todos estos acontecimientos, aunque el pobre irá más bien perdido hasta bien cercano el tramo final en el que la resolución es para dejar boquiabierto a más de uno. "Muertos y enterrados" es desde luego una pieza única dentro del género, es bizarra, es sangrienta, es brutal y original. El final ya tomaba referencias por ejemplo de "El carnaval de las almas", aunque no deja de ser algo verdaderamente sorprendente y chocante. Curiosamente, vi este film, aproximadamente con unos 11 años, cuando lo emitieron por el que fue el genial canal "Calle 13", y lo recuerdo especialmente porque lo vi justamente unos días antes de ver "El sexto sentido" en el cine. 

...pero las apariencias engañan

Por ahí andaba Robert Englund antes de ser Freddy Krueger
Menciono esto porque es algo clave, para todo aquél que desconocía las fuentes que usurpó el listillo de Shyamalan, vendría a ser entendible que "El sexto sentido" les pareciese una película original. Pero claro, yo había visto "Muertos y enterrados" unos días antes (además lo recuerdo como si hubiese sido ayer) que "El sexto sentido", así que el chasco que me llevé al ver el plagio evidente que existe en su tan comentado final, fue tremendo; por ello siempre he discrepado por completo en lo referido a esa concepción de que "El sexto sentido" es una gran obra de terror, innovadora y todas esos méritos inmerecidos que le han querido atribuir. Ver ambas películas y es innegable que Shyamalan se empapó muy mucho del final de esta peli que nos ocupa, para ofrecernos la sorpresita en lo referido al personaje de Bruce Willis en su aclamada obrita. ¡Y hubo quien lo consideró un sucesor de Hitchcock!, ¡lo que hay que oír! 

En pleno proceso de embalsamamiento

El prota, el sheriff Gillis (James Farentino)
Bueno, volviendo a "Muertos y enterrados", destacar su opresiva y enfermiza atmósfera, todo un auténtico prodigio a la hora de causar mal rollo (¿por qué hoy en día no ambientan las películas así?, ¿qué demonios ha ocurrido, leches?), los cojonudos y grotescos efectos de maquillaje de Stan Winston (antes de convertirse en el oscarizado creador de los efectos especiales de "Terminator", "Aliens" o "Parque Jurásico", entre muchas otras), algunos de una calidad impresionante y enormemente desagradables y violentos; y las apariciones anecdóticas de una preciosa, sensual y peligrosa Lisa Blount (vista en "Oficial y caballero" -que en paz descanse la pobre-) o de Robert Englund, antes de encarnar al único, macabro e icónico Freddy Krueger en "Pesadilla en Elm Street". Amén por supuesto del impresionante final que, al haber delatado sus paralelismos con "El sexto sentido" (lo siento, pero tenía que hacerlo), muchos ya podréis indagar por donde van los tiros. En resumidas cuentas es una película muy estimable, confusa y extraña sí, pero especialmente llamativa, fresca, bizarra y original a partes iguales. Una joya ochentera a tener en cuenta, sin lugar a dudas.
 
El Dr. Dobbs (Jack Alberton) ha descubierto cómo dar vida a los muertos

*MI MOMENTO FAVORITO: indudablemente ese increíble y sorprendente final...

''Pero, ¿esto qué eeeees?''

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