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jueves, 14 de agosto de 2014

Luna de papel (1973) de Peter Bogdanovich



Moses y Addie (Ryan O'Neal y Tatum O'Neal,
padre e hija en la vida real)
A principios de los setenta, Peter Bogdanovich se había convertido en un realizador de prestigio tras el éxito de su aclamada "La última película", así que cualquier cosa que hacía cosechaba excelentes críticas y alabanzas, como pasó con esta comedieta, que no habría tenido tanta repercusión, casi con toda seguridad, de no haber contado con su nombre tras la realización. A ver, "Luna de papel" no me parece un mal film, pero debo reconocer que le tengo cierta inquina, aunque no por nada en sí relacionado con la propia película. Como ya expliqué en el comentario que le dediqué a la magna "El exorcista", este film cuenta con el honor (desde mi punto de vista) de haber sido galardonado con uno de los Oscars más injustos que se han otorgado a lo largo de la Historia, el de mejor actriz para Tatum O'Neal, por aquel entonces de 11 años de edad, y justificaré dicha opinión. 

El dueto planificando las estafas

La pizpireta Trixie (Madeleine Kahn, rostro habitual
de las comedias de Mel Brooks)
La película se desarrolla en la Norteamérica de los años 30, unos años muy difíciles marcados por la Gran Depresión y la Ley Seca en la que un estafador (Ryan O'Neal, padre en la vida real de la pequeña Tatum), intenta sacar tajada a la peña vendiendo biblias. En su camino se topa una niñata insoportable (Tatum O'Neal), hija de una de sus amantes, de la que no sólo se hará cargo, sino que se convertirá en cómplice de sus estafas. La pareja protagonista tiene química, padre e hija se desenvuelven bien y en líneas generales el film entretiene y tiene una buena factura técnica (destaca la preciosa fotografía en blanco y negro), pero sinceramente para mí dista mucho de ser la obra maestra que muchos vitorean que es. Pero vamos con el tema del Oscar, como ya he dicho la vencedora en la categoría de mejor actriz secundaria ese año fue Tatum O'Neal que, con 11 años, se convirtió en la actriz más joven en conseguir dicho galardón (no contemos a Shirley Temple que se llevó uno en una categoría honorífica bastantes años antes). Ya de por sí, no me parece que la niña sea una buena actriz ni que haga un papel meritorio de dicho galardón, aparte de porque su personaje me parece intragable, la muchacha no muestra ni un ápice de emoción poniendo siempre la misma cara de rabieta contenida, sin variar un ápice su expresión durante todo el metraje. 

Se ve que eran otros tiempos, imaginaos el pifostio que se montaría
hoy si en una película se mostrase a un infante fumando

Dos en la carretera sin rumbo fijo
Pero es que encima vemos que competía en la misma categoría con Linda Blair por "El exorcista", que ni que decir tiene, sí que hizo un papelón de quitarse el sombrero, no sólo eso, hizo de su actuación un mito viviente, una figura icónica de la Historia del Cine, no hay más que ver que con el paso de los años ha quedado grabada en la mayor parte del conocimiento colectivo de los espectadores, mientras que el papelucho de la insoportable Tatum O'Neal ha sido pasto del olvido. Con ello ya se deja constancia de que Linda Blair se merecía con creces ese Oscar, porque francamente es que no hay color entre una interpretación y la otra. ¡Pero bueno! Así fueron las cosas, el tiempo acabó atribuyéndole los méritos pertinentes a una y restándoselos con creces a la otra. Con todo esto, debo concluir diciendo que "Luna de papel" sin ser una mala película, correctilla en todos sus apartados, pues no es precisamente santo de mi devoción, la he visto una vez en mi vida y he tenido suficiente, es de esas películas que tan rápido las ves, ya te has olvidado de ella. Totalmente prescindible. 

Tatum O'Neal con su inmerecido Oscar allá por 1974

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