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martes, 11 de noviembre de 2014

¿Qué fue de Baby Jane? (1962) de Robert Aldrich



La loquísima de Baby Jane Hudson (Bette Davis)
Portentosa obra maestra, así de claro. "¿Qué fue de Baby Jane?" se convirtió en un grandísimo éxito en su momento y no es para menos, porque su propuesta a la par de ejemplar, era cruda, esperpéntica (en el buen sentido) y cautivadora. El señor Rober Aldrich, siempre destacó por ser el realizador de trabajos muy duros, violentos y perturbadores. Creo que con este film llegó a la cumbre de su carrera (¡y ojo!, no lo digo en detrimento de otras obras suyas, que las tiene también memorables), ofreciendo un intenso drama, salpicado con tintes de thriller psicológico e incluso con pinceladas de auténtico terror, porque os garantizo que a pesar de contar con más de medio siglo de antigüedad, "¿Qué fue de Baby Jane?" no ha perdido ni un ápice de esa capacidad para provocar algún que otro escalofrío, de ahí que permanezca instaurada como una absoluta joya del Séptimo Arte. Destacar dos detalles fundamentales que convierten al film en una pieza casi de museo y es la excelentísima labor de sus dos actrices veteranas protagonistas. Bette Davis y Joan Crawford, realizan en sí un casi idéntico retrato de ellas mismas en la vida real, de ahí que el duelo interpretativo sea tan sobrecogedor.

Jane con su hermana inválida Blanche (Joan Crawford), pocas
veces se ha visto en pantalla un odio fraternal más intenso


Baby Jane de niña, con su propia muñeca a imagen y semejanza
Las dos interpretan a dos hermanas, ambas antiguas actrices de Hollywood, cuya época de apogeo fue en los años treinta (idéntico perfil de ambas actrices). Una de ellas, Blanche (Joan Crawford) consiguió llevarle la gloria y la fama a la par de una carrera prodigiosa cuyo recuerdo no ha borrado el tiempo. La otra, Baby Jane (Bette Davis), no corrió la misma suerte, siempre fue tachada de mediocre y nunca fue tomada en serio, en parte por sus problemas con el alcohol, que arruinaron su carrera y que la condenaron al más absoluto de los olvidos y a la sumisión de recuerdo de su hermana famosa. La cuestión es que ahora son dos viejas pellejas que viven juntas en un enorme caserón. Blanche está inválida y depende de Jane para sus cuidados, aunque en sí, ella es la dueña de la propiedad y se encarga de las gestiones. El problema se presenta cuando Jane, emocionalmente inestable, borracha y lunática hasta un extremo enfermizo, empieza a dejarle claras muestras a su hermana impedida, del profundo odio y rencor que ha ido acumulando contra ella con el paso de los años. Así empezará para Blanche una pesadilla de proporciones abismales, sometida a los duros maltratos psicológicos y físicos que le propiciará su enloquecida hermana. 
 
Baby Jane ya viejuna, con la misma muñeca

La pobre Blanche intenta escapar de los maltratos de su hermana demente
"¿Qué fue de Baby Jane?", como ya he dicho, apoya su principal atractivo en el torrente interpretativo del dueto de soberbias actrices protagonistas, una leyenda del Hollywood clásico, que encontraron en este trabajo el cierto resurgir de sus carreras algo entancadas con el paso del tiempo. Ambas, la Crawford y la Davis, se odiaban en la vida real y eso supongo que fue decisivo a la hora de mostrar la visceralidad que demuestran ante la pantalla, en serio, ¡un trabajo tan asombroso (el de ambas) que quita el hipo! Se le suma un guión excepcional, muy bien escrito, con una trama muy bien desarrollada que logra enganchar desde el minuto uno y que encima aporta un par de sorpresitas que iremos descubriendo con el pasar del minutaje (por ejemplo, la desmitificación de que la aparentemente buena, no es en realidad tan "buena"). Además posee una atmósfera realmente inquietante, conseguida gracias a un trabajo de fotografía en blanco y negro sobresaliente que logra transmitir la sensación de angustia y soledad que se pretenden reflejar en los personajes. Ídem se puede decir de la espléndida banda sonora y en general de todos los apartados técnicos y estéticos apreciables. 

Aquí se masca la tragedia

Mencionar además la crudeza con la que el director, elemento típico (como ya he dicho) de su filmografía, representa la violencia, el sadismo y la crueldad de los personajes, algo bastante inusitado para la época de la que data. En fin, que sin lugar a dudas estamos ante un peliculón con mayúsculas, todo un espectáculo para el lucimiento de dos leyendas del Hollywood clásico que siguieron dando muestras de su grandeza característica, a pesar de que su época de auténtica gloria ya les había quedado atrás. Película imprescindible para el deleite de todo buen cinéfilo. 

Los resultados de los malos tratos

*MI MOMENTO FAVORITO: ese escalofriante instante en el que Jane (Bette Davis) le lleva para comer, a su hermana Blanche (Joan Crawford), una enorme rata, en bandeja y todo. 

¡Buen provecho!

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