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viernes, 5 de diciembre de 2014

Vive y deja morir (1973) de Guy Hamilton



Por primera vez Roger Moore se pone en la piel de James Bond
"Vive y deja morir" supuso la retirada definitiva de Sean Connery de la saga de James Bond (bueno, volvería a interpretarlo en una entrega no perteneciente a la serie oficial en 1983, "Nunca digas nunca jamás"), y también el debut como agente 007 del actor que (y me refiero nuevamente, a la saga oficial) más veces interpretaría al agente secreto, Roger Moore. A Moore ya lo habían fichado anteriormente cuando los productores de las pelis de Bond quisieron sustituir a Connery en "Al servicio secreto de su majestad", aunque Moore se hallaba muy liado con la serie "El Santo" y por un motivo u otro, el seleccionado fue el erróneo George Lazenby. Ahora, tras el rechazo definitivo del actor estrella de la serie hasta el momento, los productores echaron mano de Moore y ahora fue cuando el actor británico se agarró a su personaje más popular. Personalmente, debo decir que para mí Moore es el mejor Bond que ha existido, sí, independientemente de que para muchos sea el más odiado. 

La primera chica Bond negra, Rosie (Gloria Henry)

Soliter (Jane Seymour) conservará sus poderes de
adivinación mientras conserve su virginidad,...
Moore le otorgó otro estilo a Bond, era más chistoso, más gracioso, más caballeroso incluso, tenía otro tono distinto a Connery, uno muy personal que repito, para mí fue de lo más acertado. Eso sí, tengo que añadir también que desde mi punto de vista, la primera peli de Moore como Bond fue del todo desacertada. Y es que "Vive y deja morir", lo digo sin reparos, es una de las entregas de 007 que menos me han gustado siempre. El motivo es porque me parece que tiene una trama un poco desconcertante, un tanto anárquica y sacada de madres. Era obvio que los productores quisieron darle otro enfoque a la saga de Bond y pretendieron adaptarla a los tiempos modernos (en ese momento) para proporcionarle tirón en taquilla. Para ello le dieron a la película un tono muy característico de las exitosas blaxploitation del momento (al estilo "Coffy" o "Foxy Brown"), así que adaptaron el film en localizaciones como Harlem, o una isla del Caribe, en la que el mayor porcentaje de la población son negros. Así mismo, eliminan de un tajo los malvados característicos de la saga, ilustres genios del mal un tanto fantasiosos, para convertirlos en gangsters de poca monta y narcotraficantes, también muy en la línea de las blaxploitations. Hasta tenemos el privilegio de ver por primera vez una chica Bond negra, Gloria Henry, que interpreta a la villana Rosie.

...aunque con Bond le durará poco

El gracioso sheriff Pepper (Clifton James)
También se mezcla la trama con toques un tanto surrealistas, una trama secundaria que incluye vudú, con la incorporación de un villano que parece invencible y hasta sobrenatural (Geoffrey Holder), y la pánfila de la chica principal, la tal Soliter (guapísima Jane Seymour), que resulta ser una tarotista que puede adivinar el futuro, mientras conserve su virginidad; cosa que Bond se encargará de erradicar. Esta serie de elementos fantasiosos, que parecen no pegar con el universo de Bond, hacen que mis ojos vean con cierto recelo esta película tan "raruna" de 007. A ver, la peli tiene un pase para todo aquél que en mayor o menor medida disfrute con el universo Bond, pero para mí siempre será flojita flojita. Por destacar un par de detalles de la peli, quiero resaltar la aparición de un personaje secundario de gran carisma que me ha hecho siempre mucha gracia, me estoy refiriendo al del sheriff Pepper (Clifton James), el cual fue retomado en la siguiente película de Bond -con total acierto-, "El hombre de la pistola de oro", y por supuesto la bailonga canción de la banda sonora "Live and let die" interpretada por el ex-Beatle Paul McCartney y su mujer Linda (la cual fue nominada al Oscar a la mejor canción). 

El siniestro Barón Samedi (Geoffrey Holder)

*MI MOMENTO FAVORITO: el enfrentamiento entre Bond (Roger Moore) y el malvado principal, Kananga (Yaphet Kotto) y la posterior muerte del villano, el cual acaba hinchado como un globo y literalmente, explotando. Un momento tan hilarante como divertido.

Kananga está aireado en exceso

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