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viernes, 9 de enero de 2015

Ghoulies (1985) de Luca Bercovici



Fiestuqui con amiguetes y ritual satánico, ¡planazo!
A raíz del monumental éxito de "Gremlins", y entre medias de la aparición de otro famosísimo y excelente clásico sobre monstruitos asesinos, "Critters", apareció esta otra producción de espíritu explotativo parasitario, para aprovecharse de dicho tirón comercial, "Ghoulies", un film de escasísimo presupuesto (y cutre como él solo), que sin embargo cosechó un gran éxito, sobre todo en lo referido al mercado del vídeo, en el que se consagró como una especie de film de culto. La peli va sobra un chaval que acaba de heredar una enorme mansión, la cual pertenecía a su tío, un tipo muy aferrado a eso de hacer ritos satánicos. Resulta que el chaval, para celebrarlo, invita a un grupete de amigos y claro, no se le ocurre mejor idea que imitar las fechorías de su difunto tío, y pues eso, se ponen a tocarle los huevos a las fuerzas del mal. El resultado; el chaval protagonista acaba poseído por el espíritu de su difunto tío satanista y un grupito de grotescos monstruitos entran en acción para hacer fechorías aquí y allí.

Se ve que el ritual va viento en popa

En este lugar uno ya no sabe lo que se va a encontrar
Bueno, pasando por alto el hecho de que la peli es cien por cien ochentera, y que su puesta en escena, su look y demás aspectos estéticos, molan un huevo (a ojos de los nostálgicos de la década), no hay que negar lo evidente, "Ghoulies" es una bazofia cojonuda. La historia es un auténtico homenaje a la estupidez, el argumento no hay por donde cogerlo suponiendo una inifinita sucesión de momentos ilógicos durante los escasos 80 minutos que dura esta soberana patata. La mayor de las cagadas que presenta el film es que los supuestos protagonistas, los propios Ghoulies, tienen una presencia mínima en el metraje. Quien se espere un film en el que estos bichitos se pasan dando por culo a la peña a troche y moche, al estilo "Gremlins" (logico esperarlo, ¿no?), se llevará un profundo chasco, los Ghoulies aparecen cuatro veces contadas y encima, la mayor parte de ellas, como meros espectadores.

Sujeta bien tu lengua y triunfarás...

El mínimo requisito al menos que se le exige a una serie B mierdera como ésta, es que entretenga, pero naranjas de la China, "Ghoulies" es un coñazo, salvo alguna escenita puntual en la que se presenta algún efectillo chulesco made in 80s (andaba por ahí involucrado en este apartado el experto artesano John Carl Buechler, colaborador en films tan potentes de los ochenta como "Re-animator", y director de "Viernes 13, parte 7. Nueva sangre"), la peli no vale un cagarro. Puede servir como mera curiosidad para visionar por haberse agenciado un cierto renombre dentro del cine fantástico de serie B ochentero, pero poco más, personalmente me pareció una tomadura de pelo y una auténtica basura.

Famosa imagen del cutre-Ghoulie saliendo por el inodoro

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