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lunes, 26 de enero de 2015

Temblores (1990) de Ron Underwood



Los protas, Valentine (Kevin Bacon) y Earl (Fred Ward)
¡Todo un pedazo de ''monster movie''! Me atrevería a denominarla ya como un clásico, digno de recordar y rememorar, ''Temblores'' es otra de esas magnas producciones de los ochenta (o ya principios de los noventa) que se apuntó al carro de homenajear clásicos de terror y ciencia ficción de los años cincuenta (véase del estilo, ''Critters'', ''El terror llama a su puerta'', ''El terror no tiene forma'',...) con monstruosos villanos amenazando a la raza humana. Obviamente es de esas piezas denostadas por la crítica, tachadas como basura fílmica, y en líneas generales condenadas al almacenaje en obsoletos videoclubes, según las cultas y finas palabras de cualquier experto intelectual y degustador de ''buen cine''. No obstante, en muchas ocasiones, el recuerdo siempre manda y creo que ''Temblores'' es de esas obras que quedan irremediablemente en la memoria colectiva de aquél que tuvo la ocasión de disfrutarla en su momento. A mí, por supuesto, me encanta, me fascina; recuerdo haberla visto una tarde que la emitieron en la típica ''Sesión de tarde'' de TVE-1, con la familia, y haber pasado un momento tan entretenido como tenso, ¡vamos, de morderse las uñas!

Algo amenaza este tranquilo lugar en medio del desierto de Nevada

El peligro comienza a hacerse notorio
El film presentó una variante la mar de original dentro del terreno de las ''monster movies'' (ya por entonces, la mar de explotado) y es que si en ''Tiburón'' el ''bicho malo'' acechaba si te metías en el agua, aquí no estabas a salvo ni tan siquiera paseando por tierra firme, porque los monstruitos de turno, se trasladan por el subsuelo a una velocidad de alucinar y te devoran en un santiamén en cuanto sienten que caminas por encima de ellos. Estos monstruitos son una especie de gusanos gigantes (¡vaya pasada de aspecto lucen también los cabrones!), de cuya boca a la vez salen otros gusanos más pequeños que engullen todo lo que pillan por la superficie terrestre. Las víctimas de sus ataques, resultan ser un reducido grupo de habitantes de un pequeño pueblecito aislado en el desierto de Nevada, que intentarán por todos los medios sobrevivir al ataque de estas criaturas, evitando poner los pies en el suelo (¡vaya marrón!), manteniéndose sobre cualquier tipo de superficie lo suficientemente alta. Pero, ¿durante cuánto tiempo podrán aguantar sin ayuda?

¡Ojito donde ponéis los pies!

Lo que brota del suelo es espeluznante
El film me parece un prodigio a la hora de acumular la tensión suficiente como para que te atrape desde el principio. No le falta acción constante y adrenalina por un tubo. Así mismo cuenta con correctísimos efectos especiales (ya he dicho que el diseño de los monstruos es una pasada y además están realizados de forma muy efectiva) totalmente artesanales, que no hacen más que dejar en evidencia que les dan cien mil vueltas a las pirotecnias excesivas digitales y cargantes de las hipermega-producciones de Michael Bay y similares de hoy en día. Cuenta además con la presencia de correctos actores, a la cabeza Kevin Bacon (actor que me encanta y que considero que está muy infravalorado) que se encargan de hacernos empatizar lo suficiente con cada uno de sus personajes. En resumidas cuentas, ''Temblores'' es una entrañable ''monster movie'' a la antigua usanza, no engaña a nadie y da lo que promete (acción, suspense y entretenimiento) y el paso del tiempo le ha hecho justicia hasta atribuirle cierto estatus de culto, dentro del género, totalmente merecido.
 
Esperando a los bichos bien armados

*MI MOMENTO FAVORITO: siempre me impresionó ese instante en el que se descubre que los bichos son ciegos y, en realidad, se guían por las vibraciones del suelo. 

¡Cuidado que te pilla un pie!

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