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viernes, 13 de febrero de 2015

Elegir un amor (1991) de Joel Schumacher

 


La prota, Hilary O'Neill (¡qué guapa
estaba Julia Roberts en aquellos años!)
Pues hablando con sinceridad tengo que exclamar que ''Elegir un amor'' me ha parecido una película sencillamente preciosa. Es curioso porque he leído un buen puñado de críticas que la tachan de ser un mal film porque, ¡ojito!, es una película comercial. A cuadros me quedo. A menudo leo críticas u oigo comentarios sobre ciertas películas que son vapuleadas como excrementos fílmicos, porque a los sesudos de turno, les parece una pieza comercial. En muchas ocasiones he dicho que lo que entendemos como ''comercial'' (todavía habría que marcar una línea que marcase las características precisas de lo que significa este término) no es sinónimo rotundo de mierda (es más, en muchas ocasiones lo ''no comercial'' por pecar de pedante, acaba siendo más parecido a un mojón rodeado de moscas, aunque a los listos de siempre les cueste más reconocerlo). ''Elegir un amor'' se estrenó en 1991, por ese entonces Julia Roberts era algo así como la estrella del momento gracias al exitazo el año anterior de ''Pretty Woman'', razón que pueden utilizar muchos, supongo, para decir que es un film comercial (repito, como si eso fuese simple excusa para calificarla como mala). 

El pobre Victor Geddens (Campbell Scott) padece leucemia

Entre Victor y Hilary empieza a haber muy buen rollo,...
Independientemente de estas memeces debo decir que, desde mi punto de vista, el film es de lo más efectivo teniendo en cuenta la historia que nos cuenta. La peli va sobre una chica, Hilary (Julia Roberts), la cual jura renunciar al amor de por vida tras llevarse un palo muy gordo en una relación anterior. Por circunstancias del destino acaba trabajando como cuidadora de Victor (Campbell Scott), un joven de buena posición, el cual está enfermo de leucemia, sin aparente posibilidad de curación. A raíz de esta situación se ejercerá una estrecha relación entre ambos, pues Hilary no sólo le devolverá al chaval la ilusión por vivir (lo que le quede de vida, sin estar obcecado en la muerte), sino que además entre ambos acabará surgiendo un sentimiento inevitablemente afectivo. En resumidas cuentas la peli nos expone el típico retrato de dramón de sobremesa, en el que el amor aparece en medio de una desesperante circunstancia a consecuencia de la enfermedad de uno de los miembros de la pareja de ''tortolitos'' (la cosa sí, suena a ''Love Story''), ¿es por eso una película mala? En mi opinión, en absoluto. 

...ella intentará hacerle ver que tiene motivos para saborear la vida,...

...a pesar de los duros baches
El film es lo suficientemente emotivo y tierno para resultar interesante y enganchar. Sí, es sensiblero, pero es que la ocasión lo requiere no seamos cínicos y afortunadamente (algo que agradezco profundamente) huye del empalagamiento excesivo, típico de otras historietitas de amor un tanto inaguantables. Dirige Joel Schumacher, para mí un muy buen director (realizador de pelis muy potentes como la magna ''Jóvenes ocultos'', ''El cliente'' o ''Tiempo de matar'') muy injustamente denostado, y el tipo hace un trabajo solvente y con la suficiente profesionalidad requerida. Las interpretaciones son también muy buenas, para mí Julia Roberts generalmente siempre luce fantástica, desprende frescura, es versátil y logra encajar a la perfección una rol cómica como dramática (siempre la he considerado una de mis actrices favoritas, y viendo con el tiempo muchos de sus trabajos, me reafirmo en este pensamiento); hay buena química entre los protagonistas y su relación resulta creíble, emotiva y en resumidas cuentas nos involucra lo suficiente. 

Una secundaria de lujo, la gran Ellen Burstyn (la madre de Linda Blair en ''El exorcista'')

El tramo final es de esos de ''por favor, aguanta la lágrima; ¡qué va, es imposible, ya empieza a caer por mi mejilla'', con un desenlace que no se cierra a la tragedia y nos deja abierta la posibilidad de una esperanza, lo que denota un cierto tono positivista que en lo personal, también me dejó plenamente satisfecho. En líneas generales, aunque no comulgo mucho con los films de estas características (dramones de lágrima fácil y sensibleros), me gustó lo suficiente como para repetir varias veces su visionado, aparte de que porque me encanta Julia Roberts, considero que está bien construido y cumple a la perfección con las funciones para las que fue concebido, lo cual la exime complemente de ser un mal film.
El amor no tiene barreras

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