Powered By Blogger

martes, 17 de febrero de 2015

¡Jo, qué noche! (1985) de Martin Scorsese



El prota, Paul Hackett (Griffin Dunne)
He dicho muchas otras veces, en numerosos comentarios que he escrito, que cuando un autor (ya sea del medio que sea) adquiere cierto reconocimiento y prestigio, da igual lo que haga (como si es el mayor bodrio del mundo, refiriéndonos al cine), siempre será generalmente aclamado como brillante o mínimamente bueno por los críticos o listillos de turno que van de entendidos (o eso pretenden al menos). Con este film se puede presenciar claramente un caso así. Estoy de acuerdo que Martin Scorsese es un gran director, ha realizado excelentes películas y rotundas obras maestras (siempre proclamaré lo mucho que me sigue fascinando ''Taxi driver''), lo cual no significa que todo (absolutamente todo) lo que haya rodado sea bueno. Y desde luego, desde mi punto de vista ''¡Jo, qué noche!'' (asqueroso título en español) no lo es. No comprendo, y lo digo en serio, la oleada de críticas positivas que se vierten hacia esta película, más allá de por lo de siempre, el mero hecho de contar con la acreditación de un director de prestigio como el señor Scorsese. 

Paul con la sensual Marcy (Rosanna Arquette)

Esta punky me recuerda a Linnea Quigley
en ''El regreso de los muertos vivientes''
Vale, me parece bien ese arraigo del director de proponerse no encasillarse y probar con diversos géneros, en este caso la comedia, pero también me parece muy lícito que si la cosa no sale bien, es justo decirlo claramente y creo que el propio Scorsese debió de darse cuenta que la comedia no era lo suyo, cuando tras un par de tonteos con dicho género (se me viene a la cabeza también ''El rey de la comedia'' con un ya vejete Jerry Lewis), él mismo ha descartado volver a tocarlo. ''¡Jo, qué noche!'' nos presenta una historia insustancial, es de esa clase de films vacíos que no te cuentan nada en absoluto, la razón es bien simple, tampoco disponen de un material decente para contar algo. Tenemos de prota a un chaval sencillito (Griffin Dunne, recordado siempre por su papel de zombie putrefacto en ''Un hombre lobo americano en Londres'') que se ve envuelto en una serie de alocadas circunstancias en su paso nocturno, por los peores barrios de Nueva York. Vamos, que si la película hubiese estado dirigida por un Ivan Reitman o un Harold Ramis, y protagonizada por un Bill Murray, un Eddie Murphy o un Chevy Chase, el film no habría pasado de ser tachado de una comedieta vulgar sin mero apego a convertirse en la pedante ''cult movie'' que es hoy en día y también, con casi toda seguridad, habría resultado infinitamente más divertida. 

Paul con Kiki Bridges (Linda Fiorentino)

Kiki con las kikis al aire
Porque seamos francos, el film se supone que es una comedia, pero graciosa no es, a mí personalmente no me hizo reír en ningún momento (igual algún fulano saltará con que es humor ''sofisticado'' o ''inteligente'', como la hizo Scorsese, igual por eso yo no le he pillado el puntito), por lo tanto como comedia en sí me parece ineficaz (dudo bastante que a cualquier ser humano normal de a pie, le pueda resultar diveritda en lo más mínimo). El prota va de aquí para allá, se encuentra con Linda Fiorentino (muy guapa y muy sexy), luego con Rosanna Arquette (muy guapa y muy sexy) y luego con unos punkies y luego con unos artistas bohemios y luego con su puta madre. Y para de contar. La película no tiene ningún trasfondo de ninguna clase, ni ningún argumento sólido que poder seguir con interés, se resume a un puñado de escenas filmadas en pro de construir un ladrillo de tres pares de cojones, destinado a que sea alabado por los pedantes de turno que comentan que es un retrato ''colorista'', 'moderno'' y no sé qué mi madre más, de la sociedad de la época, o ese tipo de chorradas tan ''cultitas'' que les gusta soltar a los críticos pelotas de siempre. 

Alguien va a acabar enclaustrado dentro de esta grotesca escultura

Para mí, ''¡Jo, qué noche!'' es un bodriete, una comedia sin gracia y un film tremendamente aburrido, de lo peorcito que he visto del bueno de Scorsese, el cual ha dejado muy claro que rodando historias de mafiosos es Dios, pero en otros contextos ya no es tan bueno, por muy Scorsese que sea. Insisto, ¡no maquillemos las palabras y digamos las cosas con propiedad!

Paul con Gail (Catherine O'Hara, recordada por su participación
en pelis memorables como ''Bitelchus'' o ''Solo en casa'')

No hay comentarios:

Publicar un comentario