Powered By Blogger

domingo, 19 de julio de 2015

Grease 2 (1982) de Patricia Birch



La dura Stephanie Zinone (Michelle Pfeiffer)
No seré yo quien diga que esta película es un sacrilegio o algo parecido, pues sinceramente tampoco me pareció tan apestosa y lamentable como se la ha pintado en base a críticas que he leído, yo la encontré no menos que ciertamente entretenida. Ahora bien, lo peor que pudieron hacer es ligarla a una obra tan icónica, famosa e inolvidable como ''Grease'', un hito de la historia, una joya tan inolvidable e insuperable que claro, toda intentona de secuela o copia bastarda incluía una clara condenación de cara al público y crítica, como ocurrió con esta ''Grease 2''. Durante muchos años fui reacio a verla pues, había oído tantas pestes de ella que me imaginé que sería algo así como un mojón cancerígeno, aunque un día me armé de valor (y de cierta curiosidad) y le dediqué su correspondiente visionado y a ver, lógicamente si la comparamos con su antecesora se queda en un flojo, flojísimo intento de copiar su mismo esquema, aunque bueno, intenté ser indulgente y disfrutar en mayor medida de lo que se ofertaba aquí.

El bando de Michael Carrington (Maxwell Caulfield) se quiere ligar a Stephanie

Las nuevas Pink Ladies
El film destaca más que nada por contar con la presencia de una casi debutante y totalmente desconocida (a la par de preciosa) Michelle Pfeiffer como protagonista, en esta ocasión la ''mala malota'' de la escuela Rydell (vendría a ser como la versión femenina de David Zucko -inolvidable John Travolta-) la cual debe ser conquistada por el tontín e híper incauto Maxwell Caulfield (actorcillo que prometía ser una futura estrella en los ochenta, así guapete y molongui, pero que se quedó en bien poquito en el terreno actoral y que vendría a componer la versión masculina de la cándida Sandy -genuina e icónica Olivia Newton-John). En sí ''Grease 2'' ofrece la misma historia de su antecesora, pero con los respectivos roles cambiados de género, a la par de nuevos personajes secundarios (por ahí está Adrian Zmed, visto en otras pelis ochenteras como ''Despedida de soltero'', haciendo de macarrón indomable) y otros que repiten el rol de la primera (véase a Didi Conn haciendo de Frenchy -personaje de característicos y coloristas peinados- o Eve Arden como la recta directora de la escuela Rydell), nuevas canciones y números musicales, etc, etc, etc. 

Los nuevos T-Birds

Repite Didi Conn como Frenchy
El problema es que, aún estando dentro de unos límites estables de entretenimiento, esta secuela resulta rancia, fría y carente del alma que su brillantísima antecesora. Ningún personaje destaca, ninguna canción es merecedora de convertirse en algo inolvidable y en resumidas cuentas es un material de rápido visionado y aún más rápido reciclado. Digamos que era un film totalmente innecesario y con merecimiento fu condenado a un sonoro fracaso, en Estados Unidos ni recaudó en cines lo que supuso su inversión y rápidamente pasó a ser algo así como un film estigma. El guión conlleva consigo sendas cagadas (véase por ejemplo como el personaje de Frenchy desaparece de escena a mitad del argumento y no se vuelve a saber nada de él, sin justificación ninguna), pero que desde mi punto de vista, puede verse sin que llegue a producir sangrado de ojos. Su principal punto en contra, es el imborrable recuerdo de una obra tan prodigiosa que es imposible de eclipsar.

¿Triunfará el amor entre estos dos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario