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jueves, 12 de mayo de 2016

Cuentos de ultratumba (1973) de Kevin Connor



Aquí tenemos otra de esas características producciones de la Amicus, cuya línea argumental viene fragmentada en diversos episodios a modo de antología. ''Cuentos de ultratumba'' no se diferencia mucho de otras del estilo realizadas por los mismos estudios, véase ''Dr. Terror'' o ''Condenados de ultratumba'', presentándonos cuatro historias diferentes cuyo nexo común será que sus desgraciados protagonistas han tenido la desgracia de comprar un determinado objeto en la tienda de antigüedades de un anciano (interpretado por el gran Peter Cushing), el cual les dará una mala suerte de aúpa (el argumento pudo haber influido en cierto sentido a Stephen King para constituir la historia de ''La tienda'', de la cual también hubo película).

Este anticuario (Peter Cushing) regenta una tienda muy especial

La primera historia tiene como protagonista a un tipo (David Warner), que compra un espejo antiguo en dicha tienda. El objeto resulta que está maldito y será su propio reflejo quien lo vaya convirtiendo en un brutal asesino. Esta misma historia también había sido la base para un episodio en otro film de antologías más antiguo, ''Al morir la noche''.

El peligroso reflejo del espejo

La segunda nos cuenta como un pobre amargado de la vida (Ian Bannen), amargado por su posesiva esposa, hace amistad con un veterano de guerra muy bonachón (Donald Pleasence) y con su misteriosa hija (Angela Pleasence, realmente hija del propio Donald). En principio el pobre desgraciado ve en estos nuevos conocidos una oportunidad para cambiar su aburrida vida, pero eso le conllevará unas fatales consecuencias.

Jim Underwood (Donald Pleasence) y su siniestra hija Emily (Angela Pleasence)

En la tercera veremos como una peculiar pitonisa (Margaret Leighton), divisa un ser denominado ''elemental'', invisible al ojo de un mortal corriente, sentado en el hombro de un elegante hombre de negocios (Ian Carmichael). El tipo no la toma en serio, pero no tardará en darse cuenta de que dicho ser será más molesto y perturbador de lo que en un principio él podría haberse imaginado.

Un exorcismo bastante humorístico

En el cuarto y último seremos testigos de como la paz entre una feliz pareja de jóvenes (Lesley Ann Down y Ian Ogilvy) se rompe por completo, cuando adquieren una misteriosa puerta que supone la comunicación con otra dimensión, trayendo de vuelta, desde un tiempo pasado, a un peligrosísimo invitado.En líneas generales la película cumple como entretenimiento, visualmente es de lo más acertada y elegante (teniendo en cuenta por supuesto, la estética retro que delata la fecha de su realización) y las historias están bien narradas sin que ninguna llegue a desentonar. 

¡Cuidadín con abrir esa puertecita!

En lo personal mi favorita es la tercera, porque además posee un toque de humor negro que me resultó de lo más simpaticote, sin desmerecer a las otras que como ya dije, cumplen de manera satisfactoria en todos los aspectos, todo aquél al que le molen las pelis fragmentadas en historias, la disfrutará lo suyo.

Un peligroso visitante del pasado

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