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lunes, 15 de julio de 2013

La semilla del diablo (1968) de Roman Polanski



Rosemary (Mia Farrow) y Guy Woodhouse (John Cassavetes)
Un film emblemático, un gran clásico del género y una película pionera, y polémica, donde las haya. De hecho, su principal virtud (y no única) es el haberse adelantado a su tiempo en cuanto a temática y forma de presentar un film de estas características (véase una película sobre tema demoníaco que después se pondría de moda especialmente con "El exorcista"). Nos cuenta como un joven matrimonio, Rosemary (Mia Farrow) y Guy Woodhouse (John Cassavetes), se traslada a vivir a un apartamento en el edificio Bramford, uno de los de peor fama de Nueva York, al haber ocurrido cosas muy macabras años atrás (en realidad era el edifico Dakota, el cual en la realidad también arrastra escalofriantes rumores). Allí se harán amigos de un matrimonio de avanzada edad, los Castevet (Ruth Gordon y Sydney Blackmer), los cuales son tan amables como ciertamente misteriosos. No obstante, la vida en su nuevo hogar no será lo apacible que Rosemary esperaba, sobre todo cuando se queda embarazada. Extraños acontecimientos ocurridos la llevan a sospechar que sus vecinos son los líderes de un clan de adoradores de Satán. A partir de ese momento la joven se verá sumergida en un mundo de constante paranoia y angustia psicológica que es magistralmente trasladada a la mente del espectador.

El matrimonio Woodhouse estrena nueva casa

Los Castevet (Ruth Gordon y Sydney Blackmer)
Otra de las grandes virtudes de "La semilla del diablo" es el saber crear una atmósfera la mar de angustiante y perturbadora sin grandes parafernalias técnicas, con una dirección muy buena y unas interpretaciones excelentes, destaca por supuesto la suprema Mia Farrow (me parece muy injusto que ni tan siquiera la hubiesen nominado al Oscar porque su interpretación es realmente genial, mucho mejor que la de Ruth Gordon que sí que fue premiada con el Oscar a la mejor actriz secundaria). Un film polémico y cargado de un no sé qué especial y sólo característico de clásicos de esa época, francamente sería imposible que los realizadores actuales fuesen capaces de hacer una película con semejante atmósfera que era lo que convertía en grandes a los filmes de terror de esos años. 

¿De qué son estos arañazos?

¡Susto de muerte!
Por añadir un pequeño defecto (en mi opinión) a la película, diría sin lugar a dudas su extraño final no apto para todos los gustos. Personalmente a mí el final de la película no me entusiasmó, pero no quitó de un plumazo el haberme mantenido en tensión durante algo más de dos horas y el haberme impactado en algún que otro tramo. Producida por el magno William Castle (creador de encantadoras obras de serie B durante los cincuenta y sesenta), a él le debemos la existencia de este film, ya que por lo que he leído fue muy insistente en que la novela (en la que se basa el film) de Ira Levin fuese adaptada a la pantalla ante tantas negaciones que recibió de sendos estudios, debido al contenido tan políticamente incorrecto del texto. Pertenezco a los que opinan que "La semilla del diablo" es una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, un film innovador e importantísimo y sin dudas la mejor película de Roman Polanski, quien recibiría un durísimo golpe al año siguiente con el asesinato de su esposa Sharon Tate, a manos del clan del asesino Charles Manson. He leído por ahí que malas lenguas apuntaban la consecuencia de este hecho tan atroz a la "mala suerte" que erradicaba la propia película debido a su relación con las malas vibraciones del edificio Dakota y su perversa leyenda negra. 

¡Vaya ¿sueño? más macabro!

*MI MOMENTO FAVORITO: Rosemary (Mia Farrow) tiene una angustiante pesadilla en la que presencia como una figura diabólica, la viola, literalmente. Es una escena verdaderamente acojonante, sólo el hecho de ver las garras de esa bestia produce escalofríos.

Los aterradores ojos del diablo

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