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jueves, 13 de febrero de 2014

Tú y yo (1957) de Leo McCarey



El playboy Nickie Ferrante (Cary Grant)
Remake exacto de "Tú y yo", realizada en 1939, por el mismo director, uno de los más pródigos del Hollywood clásico, Leo McCarey. En sí, nos presenta casi plano por plano la misma película, sólo que casi veinte años más moderna, con otros actores y algunas situaciones ligeramente diferentes (sobre todo por motivos de las épocas que las diferenciaban, para ajustarse obviamente al público del momento). Si la anterior "Tú y yo" gozó de cierto apogeo momentáneo, para posteriormente verse un poco anclada en el olvido, esta "Tú y yo" fue un éxito mucho más grande y a día de hoy, es infinitamente más recordada. Esto se lo puede agradecer, como ya apunté en mi comentario de la primera "Tú y yo", al éxito de la película "Algo para recordar" en 1993. Esta deliciosa comedia romántica protagonizada por Meg Ryan y Tom Hanks, tomó como referencia este "Tú y yo" concreto, de hecho hasta los personajes se pasan varios fragmentos del mismo hablando de este film y haciéndole constantes guiños, que a su vez irían convirtiéndose en parte de su propio argumento. Como ya he dicho, "Algo para recordar" potenció el éxito de esta versión, lo que hizo que todavía la anterior quedase más anclada en el olvido. 

Nickie conoce a Terry McKay (Deborah Kerr)

Nickie presenta a Terry a su abuela (Cathleen Nesbitt)
¿Qué puedo decir yo de esta película? Pues si ya dije que la primera película no me resultó demasiado atrayente, lo mismo puedo decir de ésta. No me parecen malas películas, pero sin más, no son de mi estilo y por lo tanto, no puedo catalogarlas como dos films que yo pueda visionar para disfrutar o incluso entretenerme. La historia en ambas es clavada, sólo que puedo decir que ésta posee algunos aciertos con respecto a su antecesora, al igual que la otra también resultaba más correcta en otros puntos con relación a la que nos ocupa. Uno de estos aciertos que señalo, refiriéndome a esta versión de 1957, es que los actores están mucho más correctos en sus roles; no porque Charles Boyer e Irene Dunne fuesen malos, para nada, pero es que Cary Grant y Deborah Kerr desprenden una mayor conexión, se complementan mejor y sus roles no son tan acartonados como los otros; en resumidas cuentas resultan mucho más entrañables para el público, en mi opinión. Otro aspecto que me mola bastante más de esta versión, es el aspecto visual, con una fotografía colorista, que desde mi punto de vista, le beneficia mucho a la historia; ayuda a intensificar el tono romántico. 

Nickie y TErry empiezan a enamorarse

Nickie y Terry acuerdan encontrarse en
seis meses en lo alto del Empire State Building
Respecto a como están presentadas ambas historias, debo decir que me he encontrado con una auténtica paradoja, porque como ya señalé en mi comentario de la primera; y aquí se mantiene, la película se divide en dos partes; una en la que los protas se conocen a bordo de un crucero y se enamoran, en la que destaca más el componente cómico, y una segunda que arranca desde un accidente que sufre el personaje de Deborah Kerr y que trunca su romántico encuentro, en donde comienza a asomar el drama. Si bien, en la primera versión, el primer tramo me resultó un coñazo, muy soso y enormemente rancio; y en cambio el segundo remonta favorablemente, haciendo una utilización del componente dramático muy aceptable, en la versión de 1957 me ocurrió lo mismo. Su primera mitad me resultó de lo más atractiva y divetida, se nota que esta película es mucho más divertida y las situaciones vividas por los protas, a pesar de que son las mismas que las del film de 1939, tienen mucha más gracia, y resultan infinitamente más divertida; en parte debido a las interpretaciones, en especial de Cary Grant, cuyo tono burlesco interpretativo siempre iba inherente a él y eso me parece un solemne acierto. Ahora bien, al contrario que la original; el segundo tramo de este film decae mucho; cuando la peli intenta tornarse dramática fracasa estrepitósamente. No llegué a creerme en ningún momento la tragedia de Deborah Kerr, y mucho menos la desolación del bueno de Cary, que no pierde nunca sus atributos cómicos, y claro, pues quita mucha seriedad; en momentos en los que por huevos debería de haberla. 

Terry mira pensativa el Empire State

Nickie esperando en el Empire State una cita que no llegará nunca
Sin embargo el mayor defecto que acusa esta versión es la duración. La peli de 1939 duraba escasa hora y media, en cambio ésta está alargada hasta casi dos, y la verdad, acusa un excesivo metraje; sobre todo porque se incorporan muchas escenas de relleno como larguísimas actuaciones musicales; en especial una se me hizo insoportable; aquélla en la que Deborah Kerr se encuentra dándoles clases de cante a unos niños y se tiran tranquilamente casi diez minutos torturándonos los tímpanos con un puñado de gorgoritos taladrantes. Curioso es ver como dos películas exactamente iguales, pueden producir sensaciones bastante dispares, teniendo en cuenta múltiples aspectos. En resumidas cuentas, este "Tú y yo" es un clásico, mucho más famoso que su antecesora, pero que no me fascina, ni mucho menos, y bueno en el tema de si me parece mejor o peor que la versión de los años treinta, pues no sabría responder; como ya he señalado ésta gana a la otra en algunos aspectos y la otra a ésta en otros; supongo que perfectamente pueden complementarse. A mí, ni fu ni fa ninguna de las dos. 

Terry intenta evitar que Nickie descubra que está inválida

*MI MOMENTO FAVORITO: una divertida escena que protagonizarán Nickie (Cary Grant) y Terry (Deborah Kerr) en un restaurante, en el que por su afán de disimular su encuentro, se acabarán convirtiendo en el centro de atención de todos los asistentes al lugar. 

Espalda contra espalda

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