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jueves, 16 de abril de 2015

Vértigo (de entre los muertos) (1958) de Alfred Hitchcock


 
El protagonista, el poli Scottie Ferguson (James Stewart)
Durante muchísimo tiempo he escuchado y leído por todas partes, como los críticos y demás intelectuales expertos en cine, aclamaban ''Vértigo'' como la mejor película de Hitchcock, su obra maestra por encima del resto de su (mayoritariamente) prodigiosa filmografía. Afirmar esto me parece de lo más complicado hablando de films de Hitchcock, pues desde mi punto de vista, este señor hizo tal cantidad de obras majestuosas e imperecederas, que señalar una como la mejor de todas ellas es algo casi imposible. ¿Qué tiene ''Vértigo'' de especial para merecerse tal honor? En mi opinión, nada. ¿Se merece ser considerada mejor que ''Rebeca'', ''Recuerda'', ''Crimen perfecto'', ''Con la muerte en los talones'', ''El hombreque sabía demasiado'', ''Psicosis'' o ''Marnie, la ladrona''? Repito, en mi opinión, rotundamente no.  

El vértigo le juega a Scottie muy malas pasadas

Espiando a la guapa Madeleine Elster (Kim Novak)
''Vértigo'' me parece una obra genuina de su director, pero para nada me parece que destaque por encima de estas otras que he nombrado, e incluso otras más de Hitchcock, que nada desmerecen en su comparación con esta infladísima película (lo está tanto que escuchar a alguien confirmar su grandeza, me suena hasta pedante). ''Vértigo'' nos pone en la piel de un sufrido y paranoico protagonista, Scottie Ferguson (un genial James Stewart), un policía retirado a consecuencia de padecer de un vértigo brutal y de responsabilizarse (debido a este mal) de la muerte en un accidente de un compañero, en acto de servicio (al caer éste al vacío desde lo alto de un edificio). Resulta que Scottie es contratado por un colega para que vigila a su esposa Madeleine (magnética Kim Novak, ¡qué pena el estropicio de cara que esta mujer se ha hecho en la actualidad por culpa de una excesiva cirugía estética, parece un monstruo!), la cual parece obsesionada por un antepasado suyo, una noble llamada Carlota Valdés. 

Madeleine está obsesionada con su antepasada Carlota Valdés

Scottie evita que Madeleine se ahogue
Durante su misión Scottie, desarrollará un sentimiento muy afectivo hacia ella, acabando locamente enamorado. Pero una tragedia vuelve a procederse, en la que el vértigo le volverá a jugar una mala pasada al pobre Scottie. Él no podrá evitar que Madeleine se lance desde un campanario y, lógicamente, muera. Sin embargo, al poco tiempo Scottie conocerá a una joven, Judy Barton (también Kim Novak), que es la viva imagen de la difunta Madeleine. La obsesión de Scottie aumentará hasta el punto de convertirse en algo casi enfermizo (dícese que el propio Hitchcock plasmó en este personaje, de manera alegórica, su peculiar obsesión personal hacia el género femenino, en especial hacia las rubias). Al final del todo, ''Vértigo'' acabará sacando a relucir un argumento muy tramposo en el que no faltará el característico giro sorpresivo de indudable personalidad de Hitchcock. 

Scottie se enamora perdidamente se Madeleine

Perturbadora escena onírica
He de decir que, por momentos personalmente, el film se me hizo un tanto pesado, carente de ritmo (algo inusual en otras pelis del director). Quizás debido a ese ritmo pausado a veces, se les ha presentado la ocasión a los gafapastas de turno para coronar a ''Vértigo'' como la altiva y exacerbada obra maestra que está considerada, en detrimento de otras joyas de Hitchcock, ya se sabe que el ''disfrutar'' del aburrimiento y el masoquismo cinéfilo conlleva implícitamente la proclamación de hipster intelectual. En mi opinión, no voy a decir que ''Vértigo'' sea una obra poco lúcida, porque sí que en muchos momentos me parece increíble y sorprendente (a nivel artístico Hitchcock deslumbra, véase esos magnos planos subjetivos que nos colocan en el punto de vista del protagonista sufriendo un ataque de vértigo -una técnica tanto visual como narrativa sensacional e imitada infinidad de veces a posteriori-), pero sí que tras haberle dedicado varios visionados, considero que le falta cierta vidilla, ese ritmo frenético y trepidante que Hitchcock sabía incorporar de manera envidiable en la mayoría de sus obras. 

Judy Barton (también Kim Novak), es la viva imagen de Madeleine

Esa lentitud de la trama me fastidió por momentos disfrutar de una trama verdaderamente muy buena (algo más de elipsis en determinados momentos, no le habría venido mal), y de instantes de tensión ejemplares. Esto sumado a que, con toda seguridad, estamos ante la obra de mayor pretensión de Hitchcock (atribuida por los sabiondos de turnos), hace que, yendo a contracorriente, para mí ''Vértigo'' no sea de las más memorables joyas de su autor, y sin lugar a dudas es de las que menos he disfrutado. 

El campanario de la muerte

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