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miércoles, 12 de marzo de 2014

Amanecer (1927) de F. W. Murnau



La prota (Janet Gaynor)
Que F. W. Murnau fue un gran maestro del expresionismo alemán, nadie lo duda. Que fue el creador de obras majestuosas y universales como "Nosferatu, el vampiro" o "Fausto" (para mí, su mejor película), nadie lo discute. Pero que este "Amanecer" (y por favor no confundirla con la de la rancia saga de "Crepúsculo") es un pastiche de los gordos, me parece bien certero decirlo. "Amanecer" supuso el salto a Hollywood del director alemán, que ya tenía una gran reputación, merecida, como ya he dicho, de esto no cabe duda. Por ende se suele apuntar que este film suyo es una magistral obra maestra, ¡faltaría más!; ¿quién que apuntase maneras a ser considerado mínimamente culto tomaría el nombre de Murnau en vano?, pero como yo no aspiro a ser la persona más instructiva del siglo, pues sólo me queda el hablar con total sinceridad acerca de mis impresiones sobre este soberano ladrillo. En primer lugar quisiera apuntar que "Amanecer" no es un film expresionista, aunque en muchos lugares se señale como tal. Que Murnau fuese una de las figuras más representativas del arte expresionista en el mundo de la cinematografía, no implica que todo lo que haya hecho esté vinculado a dicho movimiento. Aunque evidentemente, mantiene algo de sus raíces europeas, "Amanecer" no muestra ni un ápice de lo que representa el expresionismo, esto ya era Hollywood y el señor Murnau cambió de aires para afincarse en la industria más poderosa del Séptimo Arte. 

Ella muy feliz con su marido (George O'Brien)

Pero él tiene una amante (Margaret Livingston)
Dicho esto, ¿qué nos cuenta "Amanecer"? Pues una mundana historia de cuernos. Tenemos a un protagonista, gilipollas perdido porque no tiene otro nombre (George O'Brien), que vive con su esposa (Janet Gaynor, con un pelucón espantoso), en una granja en medio de a tomar por culo. De la ciudad llega hasta ese retirado lugar, una mujer provocadora (Margaret Livingston), con la que el buen señor se lía, colocándole a su mujer, por lo tanto, una cornamenta del tamaño de un camión. Aquí no acaba la cosa, la buena amante convence al tipo de que su mujer es un estorbo y le incita a que la mate. Él no se lo piensa mucho y un día que salen en barca, intenta mandarla para el otro mundo. Pero no puede, se arrepiente, le hace cuatro mimitos, le pide perdón y la mujer, como si nada, hace borrón y cuenta nueva. Así que los dos muy felices se van a la feria y bailan y hacen el canelo todo el rato, hasta llegar a un final con tintes catastrofistas que le servirán al chulo de mierda del protagonista, ver lo mucho que quiere a su esposa. Voy a ser franco y voy a decir lo que no se suele decir de "Amanecer". Vale que está excelentemente rodada. Murnau demostró ser un gran adelantado, mostrando impresionantes travellings y trucajes fotográficos varios, verdaderamente increíbles para la época. Fue todo un virtuoso y desde el punto de vista visual, es intachable, vale. Pero juzguemos la película desde el punto de vista argumental. Seamos sinceros, es una aberrante mierda. La película no tiene ninguna lógica, ¿cómo se puede tolerar, por parte del personaje de la mujer, que agache la cabeza, ponga cara de imbécil y decida aferrarse del brazo de un hombre que la ha intentado matar? O sea que no estamos hablando de una simple peleilla de enamorados, sino que el tipejo segundos antes de decirle cuanto lo siente, la estaba cogiendo por el cuello. 

La amante lo convence para que mate a su mujer

El tipo preparando el terreno para matar a su mujer
El personaje del hombre protagonista, es verdaderamente insoportable. Se trata de un chulo asqueroso, que se pasa toda la película increpando a todos a su alrededor. Tan pronto intenta estrangular a su amante, como ahogar a su mujer, como sacarle una navaja a un tipo que intentaba tontear con esta segunda; actuaciones estúpidas y ridículas que hacen que la historia sea imposible de ser tomada en serio. Añadimos, lo inevitable, que es un soberano coñazo. La película no empieza mal, pero llegados al punto en el que la mujer perdona el intento de asesinato de su marido, se estanca y se convierte en un mojón de campeonato. La parejita se va a una feria y se tira más de un tercio del film haciendo el imbécil allí. Aparte Murnau nos ofrece escenas verdaderamente lamentables que no pintan absolutamente y perjudican seriamente a la "supuesta" trama a seguir (como por ejemplo el letárgico momento en el que se nos muestra a un pobre cerdito borracho, que apenas se puede tener en pie -¡pobre animal, qué habrían hecho con él para rodar semejante ridiculez de fragmento!). Sin obviar que si lo que pretendían era construir un drama, les quedó un resultado erróneo no, nefasto, abominable, fallido al cien por cien, pues lo que más provoca este "Amanecer" es un montón de risas involuntarias por doquier, entre bostezo y bostezo, claro. 

''Cariño perdona, te he intentado matar, pero yo te quiero igual''

Comentar como curiosidad que fue una de las competidoras en la primerísima entrega de los Oscars de la Historia, celebrada en 1928, y que se llevó tres estatuillas, una de ellas gratamente justificada a la mejor fotografía y otra a la mejor actriz, Janet Gaynor (quien además fue también premiada -todo un triplete- por su interpretación en "El séptimo cielo" y "El ángel de la calle"). En fin, en resumidas cuentas, "Amanecer" es uno de esos petardos mudos que nadie (o casi nadie) se tragaría ni por asomo, a no ser que sea por una extremísima curiosidad cinematográfica (como fue mi caso), porque de verdad se trata de un film cuyo visionado es francamente difícil de aguantar, añadiéndole encima el inconveniente de que es muda. 

La ridícula escena de un cerdito borracho

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