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jueves, 26 de marzo de 2015

La chica del valle (1983) de Martha Coolidge



La pijilla de Julie Richman (Deborah Foreman)
Ciertamente inspirada en el clásico ''Romeo y Julieta'' de William Shakespeare, ''La chica del valle'' es una típica comedieta juvenil ochentera, que ha logrado cierto estatus de culto entre los más nostálgicos de esta década dorada para el cine teen. Es apreciable que el film tiene lo justo y necesario para contentar a todo adorador de los ochenta (ya he dicho muchas veces lo que me fascina aquella época), con su banda sonora repleta de canciones del momento (no populares pero lo suficientemente carismáticas), con esos inconfundibles looks de sus personajes y en definitiva con ese toque característico tan especial que poseían este tipo de films. Aunque si tengo que ser sincero, nunca me fascinó ''La chica del valle'', y aún declarándome admirador del cine teen de los ochenta, tengo que decir que ésta es una peli que no me ha llamado nunca la atención, a pesar de ser algo así como una pieza muy característica de la década (lo mismo me pasa con ''El club de los cinco''). 

El chunguete de Randy (Nicolas Cage) preparado para cortejar

La amigas repijas de la prota pija
La peli se centra en la relación de dos jóvenes pertenecientes a dos ''mundos'' opuestos, ella muy pijita y muy fina (Deborah Foreman, la adorable prota de ''Inocentadasangrienta'' o ''Museo de cera''), y él un gamberro punkie en el que no destacan precisamente modales muy refinados (el sosainas de Nicolas Cage, aún bastante desconocido). Total, que los dos chicos se conocen, tienen buen rollito y se acaban enamorando, pero claro, sus condiciones sociales marcan una clara diferencia entre ellos, así que sólo queda debatirse entre tirar cada uno por el respectivo camino que le marca su ''estatus'', o dejarse llevar por lo que dicta sus corazones. Vamos, el típico rollito de siempre que todos podemos imaginarnos (tratándose de una comedieta juvenil -alejada del tono de la tragedia shakespiriana a la que emula-) como va a acabar. 

Aquí la cenutria Loryn (Elizabeth Daily) haciendo un topless
gratuito sin venir a cuento (¡eran los ochenta!)
Julie y Randy parece que congenian
El film me parece que funciona de manera muy intermitente, y el principal problema que veo es que la ausencia de química entre los protas, en especial por lo insoportable que me resulta Nicolas Cage, actor que de verdad, no me gusta un pelo (en pocas pelis me ha llegado a agradar). No me parece que encaje en el perfil de romántico enamoradizo con ese jerol de tolai que pone en cada fotograma en el que destaca. Así mismo, el elenco de secundarios es bastante atroz, o al menos la construcción de sus personajes es lamentable; véase el ex-noviete de la prota es gilipollas rematado, una de las colegas de la misma es para darle de varazos a ver si espabila (interpretada por la pavisosa Elizabeth Daily, cantante ochentera que la verdad me parece que tiene una voz bastante bonita, pero como actriz es horrorosa), etcétera, etcétera; toda una serie de elementos que lastran bastante el conjunto general de la peli. 

Ochenterismo a tope

En resumidas cuentas es lo bastante amena argumentalmente (dentro de lo típico establecido en el género) como para poder verla como medio de distracción y sin aburrirse, eso sí, considero que hay comedias adolescentes ochenteras muchísimo mejores que ésta; véase ''Admiradora secreta'', ''16 velas'' o ''Una maravilla con clase''; las cuales además resultan más emotivas y están mejor planteadas e interpretadas. Sólo recomendable para los muy fanáticos de los ochenta, como mera curiosidad. 

La cosa entre los protas va viento en popa

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